Nintendo ha intentado una jugada para contentar a sus fans y al público hardcore que fielmente les son fieles con el lanzamiento de The Legend of Zelda: Wind Waker HD. Lo que pretende, por un lado, es tener una de sus sagas más clásicas y emblemáticas de cara a la campaña navideña de 2013 (en un momento en el que la consola no está vendiendo bien), además de poder decir que esta consola de Nintendo también tendrá más de un juego de Zelda (cuando lancen el nuevo juego allá por 2015-2016). Por otro lado, también pretende llamar la atención de otra clase de público mucho más joven que recientemente se ha hecho con alguna consola Nintendo y que se lanza de cabeza cada vez que escucha los nombres de Mario y Zelda. Pero quizás no haya sido del todo acertado el movimiento.
Hablando del juego,
este Wind Waker HD es excelente, mágico, con una historia que cautiva, y un montón de elementos que nos maravillará desde el primer momento. Empezando por el ligero retoque en el apartado técnico, ya excelente de por si en su versión para GameCube, la versión para Wii U cuenta con una resolución de 1080p y se mueve a 60 frames por segundo (el original iba a 30fps) y es una preciosidad. La animación, el estilo cell-shading, los gestos que les veremos hacer a todos los personajes o la simpatía de lo que vemos en pantalla nos hará enganchar desde el minuto uno. Es más, podríamos decir que
Wind Waker es lo más parecido a una película de animación que ha pasado por una consola y nos atrevemos a compararla con películas clásicas de Disney o incluso a las de Ghibli, tanto en el acabado técnico como en la historia y la forma de contarla.
También hay que considerar que estamos ante un Zelda, una marca de garantía en este mundillo (no siempre, pero casi). Esto quiere decir que encontraremos un buen puñado de elementos característicos de esta franquicia, como impresionantes jefes finales con los que hay que utilizar una estrategia distinta para vencer a cada uno, intrincadas mazmorras con un puñado de puzles que resolver, cientos de personajes con los que hablar y una historia mágica que nos llevará a diferentes localizaciones y escenarios a cual más imaginativo. Casi todo lo que vamos a ver en el juego nos encanta y hace que incluso habiendo jugado hace diez años y siendo prácticamente idéntico, nos siga gustando cada paso y, lo que es más interesante, nos siga sorprendiendo.
Sin embargo, no todo es tan bueno como pinta. Lo primero es que más de diez años después del lanzamiento del juego original nos encontramos con un
Wind Waker que es prácticamente idéntico al original a nivel técnico, con una ligera modificación en el juego de luces y texturas utilizada y una mayor resolución y tasa de frames. El juego era excelente en 2002, y aunque ahora sigue luciendo de maravilla,
que éste sea uno de los juegos más bonitos que tiene Wii U es decir muy poco de los desarrolladores (o mucho de Nintendo). Aparte, siendo casi idéntico (le han metido algunos objetos nuevos al juego que no sirven de mucho) hace que todos aquellos usuarios que jugásemos al original no tengamos suficientes alicientes como para gastarse los cincuenta euros que cuesta (salvo el mero hecho del coleccionismo). El caso es que GameCube no vendió bien (en España especialmente), con lo que habrá muchos que podrán disfrutar por primera vez de esta aventura.
Con esto queremos decir que Nintendo podría haber lanzado una versión más completa del juego original y que
sí hubiese hecho que los que jugásemos volviésemos a comprarlo. Por ejemplo añadiendo el control con los mandos de Wii (por movimiento, con o sin el Wii Motion Plus) o haber terminado aquellas mazmorras que en su momento la compañía no tuviese tiempo de meter en el juego (y que prácticamente estaban terminadas, como han podido ver los jugadores de emuladores).
A nivel jugable, solo encontramos un elemento que podría haberse mejorado, y es el ya más que obvio (todo el mundo lo dice) de la navegación con el barco (Mascarón Rojo). Como todos los Zeldas, tendremos que recorrer grandes extensiones para ir de un punto a otro y en Wind Waker lo haremos a través de un enorme océano en el que encontraremos las islas a las que debemos llegar (y donde están los pueblos y mazmorras), y si bien al principio puede resultarnos divertido y original (explorar cada trozo del mapa en busca de tesoros escondidos o luchando contra algunos de los enemigos) después de varias horas de juego resulta aburrido y tedioso. Para solventar esto encontraremos un objeto en la casa de subastas (acudiendo de noche) que nos permitirá correr más con el barco, pero aún así tendremos que seguir navegando de una punta a la otra del mapa durante horas.
Por ello cabe concluir que
The Legend of Zelda: Wind Waker HD es uno de esos juegos que ningún aficionado a los videojuegos debería dejar pasar y que tanto los más pequeños como los más adultos disfrutarán por igual (incluso disfrutarán los que no estén jugando y sí mirando a la pantalla). Sin embargo, si ya hemos jugado al original y salvo que seamos coleccionistas no merece la pena volver a hacerse con él sobre todo porque además cuesta lo mismo que un juego nuevo. Y aunque me haya encantado volver a jugarlo, no recomendaría gastarse otros cincuenta euros a aquellos que jugasen al original (pero sí al resto, y sesenta, ¡¡y mucho más!!)