Analizar un juego tan
mágico y redondo como
The Legend of Zelda: Ocarina of Time - un título que supuso un punto de inflexión en los juegos de acción / aventura 3D - y no verse influido por la nostalgia no es nada sencillo... Pero el juego se
reestrena en
Nintendo 3DS - es la primera vez que podemos jugar a esta aventura en una consola portátil - y tenemos que juzgar no sólo qué tal ha envejecido la fórmula, si no
si la conversión del título mejor valorado de Nintendo está a la altura de su legado.
Comencemos con las virtudes que atesora el cartucho sobre la versión original de
1998:
- Efecto 3D. Sin llegar a ser el más impactante o mejor logrado de los que hemos visto en la consola de
Nintendo,
The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D puede sacar pecho con su coletilla, ya que
el efecto 3D es muy sólido, resulta muy sencillo acostumbrarnos a él y hace la experiencia más lucida y espectacular.
- Uso del sensor de movimiento. Cuando estemos en vista de primera persona (bien mirando, bien utilizando un arma como el tirachinas o el arco) podemos girar la cámara moviendo la consola. La precisión y lo
intuitivo que resulta hacerlo convierten esta acción en algo natural, en una idea muy de agradecer. En el lado
negativo los giros bruscos pueden hacernos perder el 3D, aunque en nuestra experiencia personal con movimientos suaves la experiencia se mantiene. Además, esta opción es completamente opcional, y se puede combinar con el movimiento tradicional con el
slider o desabilitar completamente (utilizando sólo el
slider).
- Pantalla táctil auxiliar. Indiscutiblemente resulta un acierto tener un mapa ampliado de las mazmorras en todo momento, así como atajos para los objetos que más utilizamos, las partituras de la ocarina... Y poder utilizarlo todo con una simple pulsación y sin tener que navegar por menús.
- Piedras de
visión. Si nos quedamos atrancados en la aventura, o simplemente queremos un adelanto de los próximos acontecimientos podemos meternos en estas
piedras de visión y ver
flashes, vídeos muy cortos con trucos y consejos. Es una idea interesante, pero os recomendamos
no abusar de ella, y utilizarla sólo cuando realmente llevéis tiempo atrancados o sin idea de dónde ir, ya que puede
destriparnos algunos momentos realmente interesantes y/o sorprendentes del juego. Usadlas bajo vuestra responsabilidad...
- Modo Boss Rush. Un enfrentamiento contra todos los jefes del juego, uno tras otro y sin poder recargar nuestras
botellas o contar con la magia y las
hadas a tope; al estilo
survival sólo conseguiremos algunos items tras derrotar a cada uno, haciendo que la dificultad vaya creciendo conforme avanzamos. Además, es un reto
contrarreloj en el que tenemos que intentar ser tan rápidos como podamos, y
abusar de los trucos y puntos débiles de cada
monstruo. Un extra muy divertido que aparece tras completar el juego.
Por contra, tenemos que destacar 2 fallos que nos parecen importantes en la remasterización del juego:
- Modo Master Quest. Que se haya incluido esta versión
más difícil y desafiante, con todo el mapeado invertido y con algunos puzles y retos nuevos nos parece todo un acierto; que sólo se pueda jugar a ella tras terminar la aventura por primera vez es un fallo incomprensible. Muchos usuarios ya hemos jugado y rejugado el Ocarina original (en
Nintendo 64 o el el recopilatorio para
Gamecube / Wii) y queríamos enfrentarlos a esta
Búsqueda Maestra... Pero después de terminar otra vez la aventura resulta más difícil volver a darle una oportunidad al juego (a corto plazo). Debería de haber estado desbloqueada desde un principio, tal y cómo
Nintendo había anunciado.
- No amoldarse a una experiencia portátil.
Ocarina of Time cuenta con el mismo sistema de guardado del original de
Nintendo 64, que aunque nos permite
salvar cuando queramos no nos deja reiniciar desde la posición de guardado, tenemos que empezar desde puntos de inicio (como la aldea Kokiri o el Templo del Tiempo). A estas alturas nos resulta incomprensible que no se haya incorporadp una opción
quicksave, algo que hemos visto ya muchas veces en las remasterizaciones de títulos roleros a portátil. Resulta frustrante tener que repetir zonas porque nos quedamos sin batería (que no es uno de los puntos fuertes de esta 3DS) o tenemos que apagar la portátil, y hubiera sido un cambio realmente sencillo... Que hubiera hecho el título mucho más adecuado para
partidas rápidas.
¿Hubiera sido bueno incluir más contenido, como otra mazmorra? Bueno, quizá hubiera sido un aliciente para los más veteranos añadir algún nivel extra tras terminar la aventura, pero
la estructura de Ocarina lo hace un juego redondo, y alargarlo innecesariamente no tendría mucho sentido... Es un
remake muy fiel a sus raíces - incluso se han mantenido muchos de los bugs originales, y el equipo de
Grezzo (último responsable de la versión 3DS) es consciente de ellos y no ha querido arreglarlos - y como tal respetamos la decisión.
Con respecto al apartado gráfico, otro de los puntos
conflictivos, tenemos que decir hay algunos momento mejorables (por ejemplo, los cofres parecen demasiado planos con el 3D activado, o los modelados de algunos secundarios - como Saria - cantan mucho frente al remasterizado de
Link), pero
la experiencia en líneas generales es sobresaliente; el lavado de cara, unido a la experiencia con efecto tridimensional hacen de esta entrega la
más espectacular con diferencia. Mención especial merecen los
efectos de iluminación (desde el uso de la magia al cielo de Hyrule), el re-texturado de muchas zonas, y la corrección de los puntos más grises del cartucho de
Nintendo 64 (niebla exagerada en algunas zonas, falta de polígonos en la campiña, etc...). Sin embargo, nos quedamos con la idea de que
el motor podría dar bastante más de sí, y que
Nintendo 3DS no ha empezado a mostrar la potencia que todavía guarda en su interior.
La banda sonora merece mención aparte; es cierto que
Nintendo ha decidido no orquestarla y en su lugar se ha lanzado a mejorar la calidad de los
midis; tras re-jugar a fondo la aventura de
Link no podemos contradecir la decisión, y es que para los veteranos las emblemáticas melodías de la saga (y las músicas de cada zona, así como las que tocamos con nuestra ocarina) son ya intocables... Posiblemente la única idea que hubiera dejado contentos a todos los usuarios hubiera sido contar con 2 bandas sonoras, pero puesto a elegir una nos quedamos con esta
remasterización del clásico, que ahora suena mucho mejor (y se disfruta mucho a través de los altavoces de 3DS, o con auriculares).
Cierra la edición PAL la esperada
traducción al castellano, más de 12 años después de su lanzamiento en nuestro país; ideal para que puedan disfrutar de esta inolvidable aventura todo tipo de jugadores.