A nivel técnico no cabe duda que The Last of Us: Parte II es una de las experiencias visuales más impresionantes del catálogo de Playstation 4, y una auténtica evolución sobre la primera parte (que al fin y al cabo se gestó en
PS3, y llegó a
PS4 como remasterización). La puesta en escena es francamente increíble, apabullante, y nos transporta de nuevo a una apocalíptica, oscura y retorcida versión de nuestro mundo en que los pocos supervivientes tienen que luchar día a día para mantenerse con vida. El acoso de los monstruos, saqueadores y emociones tan humanas como la envidia o el odio amenazan con apagar las pocas luces que quedan. En mitad de este clima de desesperanza tenemos a una
Ellie más crecida que parece realmente
viva, y que puede presumir de tener algunas de las mejores animaciones, captura de movimiento y expresiones faciales que hemos visto en un videojuego. Es francamente impresionante, y a través de su cara, su voz y su cuerpo sentiremos de lleno sus emociones, desde miedo y ternura a auténtica rabia ciega, ganas de hacer daño sin importar a quién ni cómo. El grupo de secundarios tiene también un altísimo nivel, e incluso los enemigos están impresionantemente realizados; por supuesto tenemos a los
chasqueadores más terroríficos que nunca, e incluso algunas nuevas y terribles versiones de los mismos, pero la palma se la llevan
los enemigos humanos, con nombres y sentimientos, a los que veremos gritar cuando descubran a un amigo suyo muerto en el suelo, incluso arrodillarse para llorar a su lado... sus reacciones son tan realistas que
duele un poco matar.
Otro punto brillante es el rendimiento del título, tanto en PS4 como en PS4 Pro, los chicos de
Naughty Dog han vuelto a demostrar que muy pocos pueden exprimir el hardware de Sony como ellos. Efectos climáticos, iluminación dinámica, un nivel de detalle increíble... y todo sin sombra de problema técnico.
El apartado sonoro no se queda atrás, y solo podemos calificarlo como sobresaliente. Más allá de la increíble banda sonora de
Gustavo Santaolalla, con composiciones totalmente alucinantes (y algunos sampleos de guitarra que pasarán a la historia del videojuego) hay que destacar un increíble sonido ambiental y un doblaje magistral. Eso sí, al igual que nos pasó con la primera entrega, no estamos 100% convencidos del uso del
sonido inteligente para las conversaciones, que a veces nos hacen tener que
perseguir a algunos personajes para enterarnos de todo lo que dicen. Con todo, hay que destacar una música increíble y un uso muy inteligente del sonido, haciendo la acción accesible incluso a jugadores con limitaciones visuales.