Con
The House of the Dead Oerkill,
SEGA inaugura en nuestro país su línea de juegos adultos que los (sufridos) usuarios de
Wii disfrutarán en 2009. Títulos como
Madworld, The Conduit o el que hoy nos ocupa,
The House of the Dead Overkill apuestan por los poseedores más maduros y exigentes de la consola de
Nintendo.
Este arcade de disparo - on rails, con movimiento automático - ha sido creado específicamente para
Wii, y se nota. Aprovechando el puntero del wiimote - que, con un elaborado sistema de calibración da un resultado estupendo en cuanto a precisión - la acción es tan divertida como intuitiva. Además, y en momentos especiales
también le sacaremos partido al sensor de movimiento del mando, para quitarnos a los enemigos de encima o esquivar el ataque de los jefes.
Al avanzar en el juego y completar misiones iremos recibiendo
suculentas recompensas monetarias para mejorar nuestra arma reglamentaria - velocidad de recarga, número de balas, potencia de fuego... - o comprar otras completamente nuevas, como
rifles, escopetas o ametralladoras. Cada una de estas armas afecta claramente a la jugabilidad del título,
ya que uno de sus puntos más divertidos es conseguir combos largos (disparar a un enemigo tras otro sin fallos) y mantenerlos el máximo tiempo posible (llegando al
Goresgarmo), y esto resulta más fácil con las armas contundentes, pero también es más arriesgado de cara a los enemigos finales...
Sin duda, uno de los puntos más sorprendentes de
Overkill es el lenguaje adulto del que hace gala. A estas alturas ya no nos sorprendemos demasiado de
escenas realmente gores - como ver a unos zombies triturando a una victima para hacerse un batido - pero no nos deja indiferentes el
sucio vocabulario del agente
Washington - que usa
fuck y motherfucker en 2 de cada 3 frases - y su tira y afloja con el novato
G, que tampoco se queda corto. Frases como
Usas la boca mejor que una puta de 30 dólares valen como ejemplo de lo que nos vamos a encontrar en el DVD, un juego provocador, con personalidad y muy divertido.
Gráficamente nos encontramos con un título muy correcto,
en el que destacan los sólidos modelados de los enemigos (desmontables a disparos), los escenarios interactivos (con alguna que otra sorpresa) y
efectos especiales, como la ralentización de la acción para dispararle a los zombies a placer. Pero lo mejor es
el uso de filtros gráficos que envejecen la imagen, dándole al juego una estética única.
El mayor
pero que hemos encontrado en las primeras horas de juego han sido
unos molestos tironcillos que acompañan a muchos cambios de cámara. Curiosamente no parece tratarse de ralentizaciones causadas por el motor gráfico, porque si
aumentamos la dificultad del juego aparecerán más zombies y mutantes en cada escena sin atisbo de problemas...
De momento nos despedimos de
Overkill con un dulce sabor de boca, dejando para nuestras próximas sesiones el examen al modo
Director´s Cut (el auténtico corazón del título) y cómo funciona la opción de juego de disparo a dos manos, así como las posibilidades multijugador.