A nivel jugable
The Chant es una mezcla de survival horror con juego de exploración y toma de decisiones que funciona bastante bien gracias a un desarrollo variado y una puesta en escena interesante y diferente. Eso sí, a la hora del
combate contra las criaturas oscuras, las posibilidades son bastante limitadas y las mecánicas muy básicas; es fácil que nos quedemos sin
arma y tengamos que huir para recuperarnos, multiplicando la sensación de sentirnos expuestos. Conforme avanzamos en la aventura aumentan las posibilidades de los combates, pero casi siempre es mejor huir y esquivar, y dejar las batallas para cuando realmente no tengamos más remedio.
La mejor decisión está en los marcadores de
mente, cuerpo y alma, que nos llevarán a momentos de gran tensión; si la
mente se rompe entraremos en pánico y empezaremos a ver alucinaciones, nuestro cuerpo determina el daño que podemos sufrir, y el alma nos permitirá desarrollar - útiles - habilidades especiales. Esto aleja al título de otros juegos de terror que acaban siendo
simuladores de andar, y aunque las mecánicas no son perfectas, el punto de interacción se agradece.