Para muchos jugadores amantes de la lucha virtual,
Tekken 6 supuso un
experiencia a medias, que sin fallos garrafales (salvo en la experiencia online) quedaba lejos de la profundidad e impacto de otras entregas.
Tekken Tag Tournament 2 viene con la intención de hacernos recuperar el
buen sabor de boca que nos habían dejado todos los episodios de la saga,
y lo consigue; es lo que debería haber sido
Tekken 6, aunque quizá llegue un poco tarde y se haya
apostado sobre seguro, sin demasiado lugar para la sorpresa.
Jugando con la cronología de la saga - hablamos de un torneo
Dream Match -,
Harada y su equipo han reunido a todos los personajes significativos de cada una de las entregas (sólo hemos echado en falta a Gon, y porque somos bastante
frikis del personaje), creando un plantel de
59 personajes si contamos los que llegan como DLC con distintas ofertas de reserva, etc... Este número tiene su
truco porque hay algunos
clones - personajes con los golpes idénticos a otros, o con mínimas diferencias -, pero esto tampoco tiene demasiada importancia
dado que la base del juego son los enfrentamientos 2 vs. 2 con relevo, y tener 2 personajes iguales puede ser una gran ventaja.
La fórmula jugable de la saga se ha enriquecido con
los relevos, que se suman a los golpes de lanzamiento, jugglers y remates; saber cuándo sacar a nuestro compañero es tanto un elemento táctico/defensivo (el combate acaba cuando un personaje se quede sin vida, da igual que el otro no haya salido al ring) como un mayor potencial para hacer combos más largos y espectaculares, o para disfrutar con las devastadoras llaves combinadas. Y lo mejor es que, si no queremos utilizarlo, siempre podemos luchar con el estilo 1 vs. 1 clásico o incluso
enfrentar a una pareja contra un personaje solo (2 vs. 1), teniendo el que lucha en solitario un daño ajustado y una
autorrecuperación de parte del daño. Genial.
Por supuesto, contamos con una
buena variedad de modos más allá del arcade principal (con finales individuales para cada personaje, algo muy cuidado), y a los típicos
survival, team attack o desafíos por tiempo hay que sumarle el
Ghost Attack, que nos va mandado oleadas de enemigos de nivel creciente mientras intentamos mantenernos vivos y ajustando nuestro
nivel. Por supuesto, la gran mayoría de jugadores va a pasar el tiempo en el versus, y esta vez
las opciones online han mejorado mucho con respecto a
Tekken 6, y con un buen nivel de conexión el
lag es mínimo o directamente inexistente. El único
pero que podemos poner es que hubieran venido bien más modos, y sobre todo
agilizar la búsqueda de rivales, que a veces puede tardar varios minutos.
El apartado técnico también ha dado un pasito sobre
Tekken 6, y resulta más espectacular gracias a la presencia de 4 jugadores (2 en cada bando) durante los combates, o que se haya trabajado más en los escenarios del juego. Con todo, aún hay elementos que pulir: demasiados
brillos en la musculatura de los personajes, roturas de elementos poco creíbles, cargas excesivas... Son pequeños detallitos, pero impiden que el juego alcance todo su potencial.
La idea de contar con elementos
para personalizar a los luchadores (incluso algunos que se pueden utilizar como armas) es buena - y divertida -, pero debería ser activable/desactivable a gusto del jugador. Resulta bastante anticlimático encontrarse a los jefes
tuneados, y luchar con una Jun Kazama
Power Ranger le quita emoción al asunto. Lo mismo pasa con el modo online, y es una pena porque quitar estos elementos - siempre que el jugador no quiera verlos - haría incluso más fluido el resultado.
Para terminar, la banda sonora también puede ser un punto conflictivo; si bien a nivel global no está a la altura de otras entregas de la saga
hay temas muy buenos, y se ha incluido la opción
Tekken Tunes, que nos permite incluir nuestros temas favoritos (en mp3) y escucharlos mientras jugamos, incluso asignarlos a escenarios, menús o la selección de personajes. En el apartado sonoro también nos ha gustado el detalle de
mantener las voces originales de la lengua de cada personaje (por ejemplo, Miguel Caballero habla en español, Lili en francés y Christie en portugués).