Desde su nacimiento en los arcades, el interesante sistema de combate de
Tekken (con 4 botones que responden cada uno a una extremidad del personaje, lo que hace más intuitivos los combos) ha ido gandando adeptos y profundidad, hasta convertirse en uno de los reyes de la lucha 3D; ahora
Namco Bandai y
Arika (serie Street Fighter Ex) han unido fuerzas para llevar la saga a la consola de
Nintendo con
Tekken 3D Prime Edition, que reune a 40 luchadores y nos ofrece además un suculento bonus, una película en 3D.
No sabemos si ha sido un problema de tiempo o no querer complicar a los usuarios (el plantel de perosonajes es básicamente el de Tekken 6, pero
Namco Bandai ya está con
Tag Tournament 2 y aquí aparece la versión joven de Heihachi incluida en ese juego), pero el juego
carece completamente de historia y trasfondo, lo que le hace perder muchos enteros para los que quieran disfrutar jugando contra la CPU; no hay un modo con finales, ni una explicación de quién es cada personaje y por qué lucha... Así, nuestras opciones jugando solos se limitan a jugar un survival de dificultad creciente (con una versión extra combates especiales en los que sólo podemos dañar al rival de una forma determinada), luchar en arcade contrarreloj (con dificultad creciente), practicar golpes o juguetear con el editor (que básicamente nos deja cambiar los colores de los personajes), personajes), porlo que el auténtico valor del cartucho está en disfrutarlo con amigos o jugarlo online.
Si
Arika y
Namco Bandai han hecho un trabajo envidiable manteniendo el juego con un conseguido efecto 3D y acción a 60 FPS en todos los modos, en el
online no han querido arriesgar y han suprimido el 3D, suponemos que para agilizar los combates... Y a veces se consigue, aunque otras veces no. En nuestra experiencia con el juego
nos hemos encontrado combates muy fluidos, pero otros con un lag apabullante y una gran mayoría en un termino medio, con un pequeño lag en ocasiones; el problema añadido es que
no hay opciones para el online, elegimos personajes y buscamos otros jugadores o creamos una sala para que nos busquen ellos (o reunirnos con amigos). Si encontramos un jugador de nuestro nivel y con el que podemos jugar con lag
no tenemos más opción que volver a retarlo después del combate, sin la posibilidad de poder cambiar si quiera de personaje. Un poco pobre a estas alturas...
Como extra adicional tenemos más de 750 cartas virtuales para coleccionar, que iremos ganando en los combates y que nos permiten
revivir la historia de
Tekken; desgraciadamente su calidad está muy descompensada, no traen leyenda y su único reclamo es para fans incondicionales de la saga... Si se hubieran podido apostar (o algo similar) en los combates todavía serían más interesantes, pero la idea se ha quedado completamente a medias.
Ya fuera del título principal
tenemos la película Tekken: Blood Vengeance, casi hora y media de animación en unas convincentes 3D, pero con un alto grado de compresión para entrar en el cartucho; además, sólo cuenta con doblaje al inglés y textos en castellano.
Como resumen,
nos encontramos con un juego de lucha sólido y divertido que brilla en lo
difícil (técnica y mecánica de combate), pero al que le falta profundidad,
modos y opciones de juego para poder competir con los más grandes de la consola (
Super Street Fighter IV y Dead or Alive Dimensions), que se quedan un pasito por encima.