Revivir el espíritu de los grandes arcades de la franquicia, la primera recreativa o el glorioso
Turtles in Time no es nada sencillo, pero aquí se ha conseguido, y con creces. La simpatía de los personajes, los desafiantes niveles, los carismáticos e inolvidables jefes... Tenemos un beat'em up redondo, cargado de guiños y buen hacer, y mimado hasta el último detalle.