Análisis Tactics Ogre: Reborn - Un RPG Táctico legendario resucita en PC, PS4, PS5 y Switch

Terminar Tactics Ogre: Reborn nos llevará 50-60 horas de intensa trama y batalla viviendo en primera persona un conflicto inolvidable, de los que enganchan de principio a fin. Pero es que más allá de la historia principal hay un buen montón de contenido extra, tramas y misiones alternativas y bastante contenido postgame como para llegar a las 80 horas, o incluso superarlas. Y con el sistema de decisiones que determina ciertos giros de la trama podemos plantearnos dar una segunda vuelta probando distintos personajes y estrategias...

Otro punto interesante y que dispara el gameplay es la opción de rebobinar el tiempo en batalla (incluso más allá, en algunas decisiones), lo que puede corregir el rumbo de una batalla que arranque de forma muy negativa... Este detalle (opcional, los más puristas y veteranos decidirán no usarlo) hace también que el título sea totalmente accesible a todo tipo de jugadores, o un gran punto de entrada para otros.

A nivel jugable, Tactics Ogre: Reborn apuesta por el rol táctico más clásico, de casillas con perspectiva isométrica, en el que tenemos que tener muy en cuenta el rango de movimiento, las afinidades (y debilidades) de cada clase, el uso de la magia, cómo defender nuestra retaguardia... De esta forma, los mejores estrategas podrán aplastar en el campo de batalla a las fuerzas enemigas sin perder a ninguna de sus unidades, una tragedia que - si ocurre, y no solucionamos en un número de turnos concreto - realmente sentiremos en nuestras carnes, ya que la perderemos para siempre.

La parte de gestión y evolución de las unidades, sus habilidades de batalla, poderes especiales y magias devastadoras es también algo muy a tener en cuenta, y algo que deberemos explotar muy bien conforme avanza el juego y se incrementa la dificultad. Afortunadamente el juego se preocupa de enseñarnos, orientarnos y aconsejarnos cuando ve que no estamos aprovechando las debilidades de los rivales, o protegiendo las nuestras. Todo se hace de una forma muy natural e intuitiva, y tras unos pocos duelos empezaremos a crear nuestras propias estrategias.

Concebido como un remaster, Tactics Ogre: Reborn nace de la semilla del juego de 1995 para SuperNes, pero su corazón y apariencia están realmente basados en la entrega para PSP de 2011, que tras el trabajo de Square Enix sobre la obra original de Quest Corporation contaba tanto con una actualización visual como jugable, añadiendo tanto nuevas habilidades como un sistema de progresión mucho más flexible, más opciones para distinguir entre las clases, o el rebobinado del que ya hemos hablado. En esta ocasión se ha pulido un poco más, pero muy superficialmente; no hay realmente cambios de peso en ningún aspecto, ni extras que realmente se puedan valorar.

Un modo pixel perfect e idéntico al original de Super Nintendo, algún personaje invitado especial, un making off con diseños, entrevistas, contenido eliminado... Habría opciones claras para mejorar el contenido extra del juego que, pese a ser un grandísimo RPG Táctico que en su momento asentó las bases del género, ahora no aporta realmente nada revolucionario a la fórmula, y pone las cosas difíciles a los que disfrutaron de la entrega de PSP.

A nivel visual Tactics Ogre: Reborn se queda en un remaster bastante pobre de la versión mejorada que vimos para PSP hace ya más de una década; en las batallas, imagen del original está adaptada y tiene filtros, no quedando demasiado mal (máxime con efectos mejorados, como la lluvia o la niebla), pero las ilustraciones de personajes, por ejemplo, quedan demasiado borrosas y deslucidas. Un redibujado no le hubiera venido nada mal... Y ya puestos, una auténtica remasterización gráfica, teniendo en cuenta que no hablamos de un juego que se lance a precio reducido precisamente.

El apartado sonoro, por contra, es mucho mejor y más sólido. Para empezar, la banda sonora de Masaharu Iwata y Hitoshi Sakimoto suena mejor que nunca, y por fin se puede disfrutar plenamente de la música orquestal, con composiciones francamente espectaculares (en especial las de algunas batallas, que vamos a terminar tarareando). De la misma forma hay que valorar el esfuerzo de incluir voces ? tanto en japonés como en inglés - para ambientar las secuencias de historia, y hacerlas más impactantes y emocionantes.