Con más de 10 entregas a sus espaldas, innovar en la saga
Mario Party no es una tarea nada sencilla. Sin embargo,
Super Mario Party Jamboree consigue refrescar la fórmula con nuevas ideas, modos de juego y opciones que le han sentado como un guante a la franquicia. Para empezar, por fin tenemos un buen aprovechamiento de las posibilidades online de Switch, con partidas normales de 4 jugadores (que irán siendo sustituidos por la CPU si se desconectan) que terminan siendo muy divertidas. Luego tenemos el modo para 8 en el que nos enfrentamos a un gigantesco Bowser y tenemos que debilitarlo entre todos, y el más espectacular, un maratón de minijuegos de hasta 20 jugadores que nos ha resultado sorprendentemente divertido, y nos ha permitido descubrir nuevas estrategias para algunos minijuegos...
En sí la fórmula base de la saga no ha tenido grandes cambios, más allá del
compi Jamboree, pero sí que hemos agradecido más peso para la experiencia un jugador, los nuevos modos como la
fábrica Toad en el que se crean items para el juego y el modo
Plaza Party, para disfrutar decorando con lo que vamos desbloqueando, es un divertido añadido para los poseedores del juego. Eso sí, nos hubiera gustado encontrar todavía más detallitos, un poco más de historia, piques entre personajes o inclusión de disfraces (al menos en el tablero rescatado de
Mario Party 3, con sus sombreritos de vaquero).