Visualmente
Street Fighter V es auténtico espectáculo. Sin duda lo más llamativo son los modelados y animaciones de personajes, que suponen un claro
paso adelante sobre la entrega anterior (incluso comparando los 2 juegos en PS4). Los combates son rápidos, fluidos y no hay ni sombra de problemas técnicos, al contrario. Los efectos que se usan al lanzar los golpes especiales o activar las
V-Skills hacen todavía más sorprendente los combates. Los escenarios también son bellísimos, e incluso hay algunos con pequeñas zonas
interactivas (como la posibilidad de
lanzar a un rival a la cocina de un restaurante, y que vuelva al combate un poco humillado con un bol de fideos en la cabeza). Sin embargo y por poner algunos
peros, el número de escenarios es un poco
cortito, y no hay demasiados que sean realmente
interactivos para los combates, algo que hubiera sido un reclamo. La banda sonora ambienta a la perfección, y aunque aún no hemos encontrado ningún tema que se nos haya quedado
enganchado en la cabeza como ocurría en su momento con los de
Ken o Guile en la segunda entrega si que nos hemos sorprendido tarareando alguno, lo que es muy buena señal. El juego nos llega con los textos traducidos y voces en inglés/japonés, con la posibilidad de poner la que queramos a cada personaje (desgraciadamente no se han incluido voces reales de cada país, hubiera sido un puntazo...).