En 1997,
Capcom mostraba su cara más valiente con un relanzamiento de la saga
Street Fighter;
Street Fighter III no sólo suponía un nuevo rumbo jugable (limitando el número de super especiales a uno por combate, y añadiendo un sistema de
contraataque - parry - que hacía la jugabilidad más estratégica y agresiva), también presentaba una plantilla completamente renovada - salvo Ryu y Ken - y una calidad técnica impactante para la época, especialmente en el tamaño y animaciones de los personajes. La compañía siguió puliendo el sistema con
2nd Impact, y en 1999 llegó la entrega definitiva:
Third Strike, que con 19 personajes se convirtió en un referente dentro de la lucha 2D. Ahora la compañía quiere relanzar este último título aprovechando la potencia de las consolas HD y su soporte online... Aunque, claramente, la apuesta es mucho menos valiente y continuista.
Third Strike sigue siendo un título muy técnico y bastante bien equilibrado (aunque
Capcom no ha invertido demasiado tiempo ahí, las mejoras jugables más importantes están en una IA más agresiva), y bien usado el sistema
parry - una guardia especial que se realiza pulsando adelante (o abajo para los golpes bajos) en el momento justo - hace los combates mucho más intensos, y diferencia a los maestros de los aficionados. No se trata sólo de poder eliminar el daño que hacen los golpes especiales al cubrirse, también nos puede servir para ganar turno tras un ataque y dejar a nuestro rival abierto a nuestros golpes... Es un riesgo interesante (si fallamos nos quedamos completamente
vendidos), y una buena dosis de estrategia, pero también
hace la experiencia más inaccesible a los novatos, que pueden frustrarse con más facilidad.
Puestos a jugar, en el modo para un jugador contamos con las modalidades arcade (igual que la recreativa), pruebas (ideal para dominar el
parrying), entrenamiento (para dominar a fondo a los personajes), desafíos (retos que pondrán a prueba nuestra habilidad) y las galerías, donde encontramos una buena variedad de ilustraciones.
En partidas multijugador encontraremos combates locales y un buen montón para personalizar nuestra experiencia online; podemos buscar una partida igualada, luchar contra jugadores concretos, participar en un torneo y enviar y recibir desafíos de otros usuarios; incluso podemos ver repeticiones, y tenemos una especie de
lobby virtual. El problema es que
la experiencia online no es tan sólida como en otras producciones de la compañía.
Un punto bien hilado es la idea de
proponernos retos durante los combates, o mostrarnos los logros que podemos desbloquear en los márgenes (si elegimos el modo
normal en 4:3, también podemos experimentar con modos panorámicos extendidos); los puntos que conseguiremos luchando sirven para
desbloquear recompensas como ilustraciones de los personajes, artworks, diseños de escenarios e incluso los finales de cada luchador, y se solapan a la perfección con los puntos de logro / trofeos, bien hilados. Este es, sin duda, el mayor valor de este
port, muy flojo en otros aspectos...
Técnicamente los casi 12 años del juego le pesan bastante; un pobre reescalado y algunos filtros para suavizar el pixelado no son suficientes para un juego de este calibre.
Street Fighter III: Third Strike pedía a gritos una remasterización como la de
Super Street Fighter II que le hiciera justicia, porque a estas alturas se queda un poco corto, y su mayor valor es la nostalgia y el soporte online (y esto es algo relativo, recordemos que la versión
Xbox ya tenía soporte online, y es compatible con
X360)...
La banda sonora, afortunadamente, ha envejecido mucho mejor. También hay que destacar que nos llega traducido al castellano, haciendo más fácil entender las historias de los personajes, sus
piques y los retos del juego.