La estela de
Mario Kart es alargada, y tras el aluvión de clones que hemos vivido en los últimos años a nadie debería sorprenderle que se haya convertido en la
vara de medir del género; por eso las comparaciones con este
Sonic & All-Stars Racing Transformed son inevitables, más después de su primera parte y con el estandarte de
ahora los vehículos se transforman (algo similar a lo visto en MK7). Pues bien, que
descansen tranquilos los fans porque esta secuela mejora al original en casi todos sus puntos:
- Un modo para un jugador más sólido, que suma a los campeonatos distintos retos a superar en los circuitos, de dificultad creciente y con
estrellas como premio que nos irán desbloqueando más contenido.
- Mejor sistema de conducción, aprovechando las transformaciones de los distintos vehículos y las distintas formas de pilotar de cada personaje.
- Un equilibrio más conseguido entre las armas y los poderes
All Stars de los conductores, no dejando que la suerte influya tanto (aunque sí que podamos recuperarnos de errores).
- Mejor sensación de velocidad, sobre todo cuando dominemos el sistema de derrapes.
- Más posibilidades para el modo multijugador (con 10 jugadores online y 4 locales), aunque se podrían haber combinado algo mejor ambos factores.
Es cierto que a
Sonic & All-Stars Racing Transformed le ha faltado un toquecito más
brillante para llevar la apuesta al sobresaliente, pero sobre todo fuera de las consolas de
Nintendo (evitando las comparaciones con Mario Kart) el título resulta muy brillante para los amantes del género. Ojo, que la tercera entrega puede ser un auténtico imprescindible...