Silent Hill Origins arranca con los acontecimientos previos a la primera entrega de la saga; el juego nos pondrá en la piel de
Travis Grady, un valiente camionero que rescata a una niña de una casa en llamas. La niña, que resulta ser
Alessa, es trasladada al hospital de Silent Hill?y nuestro protagonista se ve atrapado en ese lugar de pesadilla, que esconde terribles secretos sobre un pasado que ha decidido olvidar?
Origins hereda el control típico de la saga (que a su vez viene de
Residente Evil), usando el
analógico para movernos y un botón para apuntar/usar armas, con la linterna automática (que podemos apagar y encender).
Sencillo y muy funcional una vez nos acostumbramos.
Eso sí, el control es demasiado rígido y no permite cambios en la configuración (como el correr automático) durante la primera partida (después, curiosamente, se desbloquea un menú con algunos extras muy interesantes, como la opción de eliminar el ruido, aumentar la sangre, correr automáticamente...)
El sistema para encontrar objetos es mejorable, y muchas veces la intuición funciona mejor que el
giro de cabeza de
Travis cuando ve algo interesante.
El sistema de combate también tiene fallos importantes, sobre todo a la hora de rematar enemigos y al usar el
auto-apuntado, que no funcionan tan bien como debieran. Esto se agrava cuando la cámara es ?caprichosa? y nos pone en apuros más de una vez, y la opción para centrarla no está siempre disponible.
Los enemigos normales resultan demasiado ?dañinos? y pueden ser frustrantes por su capacidad para embestir de muy lejos o dispararnos ácido; en el 80% de los casos la mejor estrategia es correr y huir. Para evitarlo - en cierta medida - se ha optado por que
Travis se ?canse? para que pueda ser arrinconado, pero con las ?bebidas energéticas? y un poco de habilidad es muy difícil que nos den alcance.
Eso sí,
si luchamos sin luz (apagando la linterna) en sitios oscuros los enemigos se convierten en pobres corderitos indefensos que no reaccionarán hasta que sea demasiado tarde? Se incorpora
la novedad de que las criaturas pueden 'cogernos' y tendremos que zafarnos, pero es soprendentemente fácil hacerlo (y no perdemos demasiada vida).
Los enemigos finales tampoco suponen un gran reto, si tenéis algo de experiencia jugando.
Terminar
Silent Hill Origins no debe llevarnos mucho más de 6 horas (4 o 5 si se va ?a saco? y no hay atranques con los puzzles), y no hay niveles de dificultad extra. Para paliar un poco su corta duración
el juego incluye 2 finales alternativos y trajes y armas desbloqueables, para lo que tendremos que cumplir determinadas misiones (matar a cientos de enemigos, jugar sin mirar el mapa, conseguir un número de objetos?). Con todo, en una segunda pasada el juego nos durará 2 ó 3 horas, y sólo los completistas exprimirán estos extras.
Como novedad en la saga
las armas cuerpo a cuerpo se rompen (y además, a los pocos impactos), por lo que al principio del juego tendremos un cierto agobio de quedarnos desarmados (y tener que luchar a puñetazos). Eso desaparece al poco rato de juego, y al finalizar os sobrarán decenas de ellas (si no jugáis en plan ?exterminio?).
Para bien o para mal, las armas ?arrojadizas? de un uso son otra de las novedades añadidas. Eso sí, creemos que le quita un poco de seriedad al asunto ver a nuestro protagonista corriendo de aquí para allá con una televisión portátil en las manos (o con una lámpara de mesa?)
Otro punto nuevo son los
cambios entre planos gracias a los espejos; esta vez nosotros decidiremos cuando queremos ir a la versión retorcida de la realidad para seguir avanzando
transportándonos delante de un espejo. Eso sí,
este punto es bastante lineal, se le podría haber sacado más jugo.
Los puzzles, aunque escasos, son bastante interesantes y nos obligarán a explorar y calentarnos un poco la cabeza, algo que siempre es de agradecer.
A nivel gráfico
Silent Hill Origins es uno de los mejores juegos que ha pasado por PSP; los efectos de niebla, el peculiar ?granulado? de la serie, la recreación del pueblo, el modelado del personaje y los enemigos?el juego nos hará dudar de nuestros ojos y mejora en muchos puntos a
Silent Hill 2.
Pero más que el apartado gráfico
brilla el sonoro, que presenta una banda sonora de lujo ? cortesía de Akira Yamaoka - y unos inquietantes efectos perfectamente conseguidos; disparos, derrumbamientos, gritos, crujidos? El doblaje (inglés) también merece un aplauso.
Sin embargo,
el juego tiene dos fallos muy sonoros:
- La cámara ? de la que ya hemos hablado ? que nos dará más de un quebradero de cabeza al explorar (y la opción de centrarla tras nuestro personaje no funciona en la mitad de las ocasiones)
- La traducción al castellano? No entendemos cómo puede haber salido un texto tan flojo y ambiguo de manos de unos profesionales. En especial, uno de los últimos puzzles es mucho más difícil de resolver por culpa de una mala interpretación del texto...