Los juegos en los que Bloober Team ha trabajado antes de este remake pueden ser considerados muchas cosas, pero hay algo que está más que claro en sus últimos lanzamientos, con The Medium a la cabeza. El estudio polaco ha conseguido dominar las diferentes versiones del Unreal Engine, el paquete de herramientas técnicas más poderosos de los videojuegos durante los últimos años, para conseguir que sus juegos luzcan, se escuchen, y se muevan geniales, y con el remake de Silent Hill han dado un pasito más allá gracias al Unreal Engine 5, el uso de las nubes volumétricas para esa sensación de niebla que envuelve toda la ciudad, y tantas otras técnicas utilizadas para
crear uno de los videojuegos con la mejor ambientación de los que he visto en los últimos años, tanto a nivel gráfico como sonoro.
El modelado de los personajes, enemigos y protagonistas, es excelente, y aunque en ocasiones se mueven de forma un tanto ortopédica y mecánica más propia de un videojuego de hace muchos años, sus creadores afirman que está hecho a posta para crear aún más sensación de agobio a la hora de controlar a su protagonista, James Sunderland, tanto en sus movimientos como a la hora de interactuar con objetos como en el sistema de combate, contando con una serie de animaciones preestablecidas que podrían haberse mejorado, pero sin duda crean esa sensación de agobio para el jugador en todo momento. De hecho, esto se ve más que claro cuando vemos a los enemigos, todos en general, moverse con muchísima más agilidad y soltura que James o que cualquiera de los acompañantes que nos siguen en varios momentos de la aventura, y sin querer pedir a un protagonista que parezca sacado de una peli de acción de los 80, sí que una mejor transición en los movimientos o algunas animaciones adicionales le hubiesen venido mejor a todo el conjunto.
También hay que pegarles un pequeño tirón de orejas (muy pequeñito) por la optimización general del juego en PS5 y PC y por la falta de expresividad de nuestro protagonista. Por el lado de la optimización, encontramos una versión para PC que no está para nada optimizada, y que se apoya en el enorme gasto que algunos hemos tenido que hacer para tener un ordenador de gama media-alta por culpa de que estemos más que acostumbrados a que los juegos a los que jugamos no están para nada optimizados. Peor obviamente está la versión de PS5, que va a unos sólidos 30 FPS en casi todo momento en el modo gráfico con una bajada de resolución por debajo de los 4K (están escalados), y si lo configuramos en el modo Rendimiento, el juego no supera los 40 FPS en muchas zonas con un escalado brutal y sin llegar a los 1080p de resolución nativa. Se puede decir que lo que vemos en pantalla es muy bonito, y lo es, pero estamos convencidos que una mejor optimización del juego le hubiesen hecho verse y correr de forma más propia en todos los hardware. El otro punto es la
enorme falta de expresividad de James, que no parece sufrir pese a todo lo que le pasa en el juego, ni tampoco pasar miedo o ningún tipo de emoción, y es algo que también te saca un poco de la tensión general del juego, ya que pasamos por al lado de un ser grotesco que nadie querría encontrarse cerca, y la cara del protagonista o sus gestos son como el que oye llover. Era entendible en PS2, pero en PS5 y PC, nada de nada.