Hay muchos elementos de Sakuna que me encantan, y desde el primer minuto de empezar el juego sus creadores dejan muy claro lo que nos vamos a encontrar en todo momento. Mucha animación y escenas con historia, unas mecánicas de juego simples y que mejoran con el paso del tiempo, unos enfrentamientos difíciles y dos estilos diferentes de juego dependiendo de la fase en la que estemos. Por un lado, las fases de acción están perfectamente medidas, y aunque no son especialmente largas en su diseño, tienen la complejidad suficientes como para hacernos repetirlas varias veces para conseguir los secretos ocultos en ella, vencer a todos los enemigos y, en ocasiones, luchar contra el enemigo final de turno para poder seguir avanzando en la historia. Por otro lado, tendremos que cuidar nuestro campo de arroz, y que está perfectamente metido en su desarrollo, ya que si no tenemos arroz no podremos comer bien que es, precisamente, lo que nos da la energía para poder enfrentarnos a los enemigos en las fases de acción, y de paso seguir desarrollando la historia.
Estas fases de simulación están muy conseguidas y tienen un montón de detalles a controlar, como la época del año en la que estamos, la cantidad de agua o de abono, la limpieza del campo para quitar las malas hierbas o la cantidad de componentes que tenemos que añadir al abono para que salga un arroz más rico y que den al personaje más habilidades de cara a la lucha en las fases de acción. Y es que
el conjunto entre fases de acción y de simulación está muy bien medido e integrado en el juego para que no pensemos en ningún momento que es un añadido del que podemos pasar. Eso sí; el paso del tiempo, de día y de noche, puede parecer demasiado rápido porque por la noche las temperaturas bajan y hay que controlar el agua que tiene nuestro campo, pero especialmente en las fases de acción donde los enemigos se vuelven mucho más duros y peligrosos, y en muchas ocasiones tendremos que volver a la base para dormir, recuperar energía y que pase el tiempo solo porque se nos ha ido el día en la primera parte de la fase.
La historia que se desarrolla es muy bonita por muchos motivos, no solo arraigada en la cultura japonesa sino también en su mitología e historia, y nos va a hacer vivir algunos momentos preciosos, algunas canciones que nos esbozan una sonrisa si somos personas con cierta sensibilidad, o historias y leyendas contadas por la familia con la que convivimos cada noche alrededor de la cena, eso sí, siempre que sepamos bien inglés tanto hablado como escrito, ya que el juego no cuenta con subtítulos en español. Y es una lástima, porque gran parte de sus virtudes está en entender qué está sucediendo, la historia de superación y de cambio personal que sufre su protagonista y cómo toda la familia se ayudan entre sí para sobrevivir. Dependiendo del tipo de jugador que seas, vamos a tener un juego de más de treinta horas de duración, con un montón de cambios jugables tanto en la fase de simulación como en las de acción, por lo que no nos vamos a aburrir para nada con Sakuna y sus amigos.