Análisis Sacred Citadel - PS3, Xbox 360 y PC

Terminar nuestra primera partida al juego nos llevará alrededor de las 12 horas de juego (dependiendo de nuestra habilidad), y la experiencia es relativamente rejugable gracias al multijugador local/online... Aunque la fórmula de juego es bastante repetitiva, y no tan atractiva como para experimentar con otros personajes. Ya existe un primer DLC para aumentar la experiencia.

Quizá el punto más fuerte del título, hablamos de un hack'n slash con combos, monturas, armas a distancia y - sobre todo - un potente multijguador. La dificultad está bien medida y equilibrada gracias a los elementos roleros (armaduras y armas más potentes, uso de pociones, posibilidad de editar las habilidades de nuestros héroes)... Sin embargo también hay fallos de control puntuales, falta de emoción en muchos momentos y un desarrollo algo monótono que puede cansar rápidamente.

Quizá el punto más fuerte de Sacred Citadel es lo escasos que han resultado los juegos de este género en esta generación, unido a su mezcla de acción con elementos roleros y sistema de combos... No hay mucho más que destacar (sistema limitado, historia genérica, jugabilidad repetitiva) salvo su estilo gráfico.

Gráficamente muy correcto, Sacred Citadel apuesta un estilo colorista de corte cel shading, que hace la experiencia visualmente agradable, pero no esconde la falta de enemigos distintos ni la pobreza en las animaciones (e IA) de los mismos. Los escenarios de Ancaria están bien, pero podrían tener más variedad. Las melodías y FX se limitan a cumplir, siendo completamente inocuas.