Sin duda el aspecto más sobresaliente de
Resident Evil 3 Remake es la puesta en escena, especialmente a nivel visual. Es una auténtica pasada ver cómo se ha
reconstruido Racoon City para llevarla al momento más impactante de la
invasión zombie. Los fans van a disfrutar especialmente encontrando alguna localización ya conocida - del original de
Playstation o del reciente
Remake, aunque bajo nuevos ángulos -, y con el enorme nivel de detalle o elementos interactivos (una de las novedades de la entrega original) con los que interactuar para acabar con los zombies. Sin duda el momento más impactante es nuestra visita a la parte residencial de la ciudad, con un
Nemesis que da auténtico miedo acechándonos y agobiándonos cada minuto, y sin poder bajar la guardia. La iluminación, los modelados, el nivel de detalle de los zombies... Todo es brillante, y en la versión que hemos probado - PS4 Pro - todo se movía a las mil maravillas y a 60FPS. No se puede pedir mucho más.
El apartado sonoro tambien es estupendo, aunque aquí sí que hay que marcar un
pero. Agradecemos enormemente que se haya doblado el título - y creednos, es un trabajo brillante, sobre todo en las voces de los protagonistas -, pero nos ha sacado un poco del juego ver cómo se han adaptado los
acentos extranjeros de los personajes, que quedan realmente raros (y forzados). La banda sonora es espectacular, con composiciones llenas de fuerza e intensidad, pero también relajantes en los momentos más tranquilos.