Análisis Rekoil: Liberator - Xbox Live Arcade

Rekoil: Liberation es otro juego más centrado en la acción exclusiva multijugador, fórmula que gusta mucho entre gran número de jugadores, pero para el éxito de este tipo de juegos es necesario y fundamental que haya gente jugando... Cosa que no ocurre con mucha frecuencia por lo que nos podemos pasar muchos minutos en la sala de espera, este problema lo solucionan muchos otros juegos metiendo bots pero lamentablemente no tendremos esta opción, por lo que a determinadas horas languideceremos esperando para poder jugar. Otro punto fundamental es que el juego esté suficientemente optimizado para reducir al máximo los problemas de lag, algo que tampoco se ha cuidado y que sufriremos constantemente a lo largo de nuestras partidas, sufriremos constantes migraciones de host o expulsiones de las partidas.

Encontramos otro problema muy grave con el inexistente control de los tramposos, jugadores que se dedican a matar a sus compañeros arruinando por completo las partidas. No podemos votar la expulsión de la partida de estos individuos o filtrarlos para no jugar con ellos nunca mas.Además es del todo ineficaz que no tengamos un perfil para guardar nuestras configuraciones de juego por clase, skin, armas, etc... Lo que nos obligará en cada partida que jugamos a configurar todo esto antes de empezar a jugar, algo tedioso e innecesario hoy día.

En el apartado técnico los errores continúan, con una física muy poco cuidada donde veremos cuerpos muertos flotando a metros del suelo, atravesando paredes o tropezaremos con partes del escenario que nos dejarán totalmente bloqueados. Las armas, parte fundamental en todo shooter tampoco se libran de la quema, están descompensadas, el sistema de apuntado es dolorosamente complicado con algunas y de hecho resulta mas efectivo disparar desde la cadera que apuntar con la mirilla en muchas de ellas.

La localización de impactos es desesperante, veremos como disparando al pecho o piernas muy a menudo nos darán la muerte por tiro en la cabeza y otras a quema ropa en la cabeza no seremos capaces de matar a nuestro rival.

Los modos de juego que encontramos son los clásicos de este tipo de juegos, batalla por equipos, todos contra todos y capturar el maletín(bandera) solos o por equipos, dominio, un buen número pero nada nuevo, al igual que las clase de personaje, que se reparten en 6 , francotirador, asalto, apoyo....etc. Eso sí, cada un buen número de armas.
Pero dispondremos de todo, absolutamente todo desde el principio, perdiendo el aliciente de ir desbloqueando mejores armas, modelados o clases. Tampoco existen poderes, atributos o habilidades que puedan hacernos personalizar más nuestro tipo de juego.

El número de mapas son 11, algo bastante bueno para un juego arcade, algunos con un muy buen diseño, aportando diferentes puntos estratégicos y alternativas para desarrollar nuestro juego.

El apartado sonoro es la guinda amarga a este poco apetecible pastel, la banda sonora es una melodía machacona que se repetirá muy mucho en la sala de espera y punto. Durante las partidas sufriremos los efectos de las armas que parecen algunas de juguete por el sonido que hacen.

Con un corte clásico intenta aprovechar el éxito de antiguas glorias, pero no se acerca ni de lejos, a pesar de las seis clases disponibles y el buen número de armas y mapas.El mal balanceo de las armas, la ausencia de recompensas o desbloqueables por citar algunas cosas lastran la experiencia de manera insalvable.

Poco tiene Rekoil para que queramos jugarlo más de 3 o 4 partidas, una fórmula manida que no aporta nada nuevo y que no incentiva a seguir jugando, errores técnicos y de conceptos hacen que nos aburramos muy pronto de él.

Los personajes seleccionables son los clásicos soldados de uniformes, excepto por algún que otro diseño que nos ha parecido original. Los modos de juego son los típicos de este genero con alguna pequeña variación. Tanto las armas como la ambientación se inspiran en la realidad, pero representado todo con una calidad cuestionable.

A nivel gráfico está muy cerca del de juegos de una generación anterior, además nos encontramos errores técnicos garrafales como cuerpos flotando en el aire o atravesando paredes, el sistema de localización de impactos a veces parece que funciona de forma aleatoria y para rematar encontraremos problemas de lag en el 90% de las partidas que juguemos, seamos muchos o pocos dentro de la partida. La banda sonora es casi inexistente con unos efectos de sonido incomprensiblemente descuidados, especialmente el de las armas.