A nivel jugable,
Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte es uno de los mejores plataformas de acción de la historia, un género dominante en la generación de
Playstation y Playstation 2, y que poco a poco ha ido desapareciendo, cada vez con más exponentes (y la mayoría en consolas de Nintendo). El tándem
Ratchet y
Clank vuelven a hacer equipo para salvar ya no solo el universo, esta vez el
multiverso, y se alían con la simpática
Rivet para ello. Un punto muy bien llevado es que el equipo (que suele estar separado durante la aventura, en misiones en paralelo) comparten su arsenal de armas, las más alocadas (y efectivas) que os podéis imaginar para las toneladas de combates que nos esperan (jefes incluidos), y tienen que combinarlo con plataformas frenéticas, algunos puzles y saltos interdimensionales. ¿Quién da más?
El sistema de mejora de armas está perfectamente llevado, ya que nos premia por utilizar las armas que más nos gustan - las que más usaremos -, y al mismo tiempo nos deja hacerlas más poderosas con la experiencia y cubos de mejora que vamos consiguiendo; esta fórmula nos obligará a ir cambiando de armas continuamente (para no perder los bonus en las que ya tenemos al máximo), y reservar las más potentes para los momentos en los que realmente nos hagan falta. Y qué decir del arsenal, un auténtico derroche de imaginación que va desde el chisporroteador para encadenar descargas eléctricas al colorido
Remolino Supernova, pasando por un esquive de lo más útil (paso fantasma) y la protagonista de esta entrega, el
hilabrechas que nos deja saltar entre dimensiones. En general todo funciona como un reloj, y salvo algún cambio brusco en la dinámica del juego (como los desafíos a lomos del perodáctilo, menos precisos) es un auténtico placer jugar.