Como decimos, su problema jugable es el mismo de las aventuras gráficas de hace muchos años, y esto nos hará quedarnos atrancados en ocasiones, con la consiguiente vuelta atrás y exploración de los mismos escenarios hasta dar con lo que se nos ha pasado. Tras las primeras horas de juego, y al saber cómo funciona, es más difícil que esto ocurra porque solemos analizar minuciosamente todo lo que nos rodea, pero esta tampoco es la solución. Si nos olvidamos de esto, el juego resulta tremendamente divertido, sobre todo para los más frikis del lugar y algunos que peinen alguna cana, con sus muchas referencias a la cultura pop, películas y videojuegos de los ochenta y noventa. Su mayor virtud es también otro de sus problemas, ya que si no jugaste a estos clásicos o eres de los que no ha visto muchas de estas películas, la mayor parte del juego te resultará monótono.