Gran sistema de control de nuestros vehículos y muchas y variadas pruebas a realizar. Mala IA y modo online poco productivo.
El control del juego es extremadamente fácil. De hecho, podríamos definirlo de dos formas. La primera, para los que no hayan jugado a otros títulos de conducción en Xbox. Para ellos, diremos que el control del juego es bastante arcade, lo que equivale a acelerar y frenar en seco en pocos metros (algo impensable en títulos de corte más ?simulador? como Gran Turismo 4, por ejemplo) y girar de izquierda a derecha incluso acelerando o frenando. Aún así, también cuenta con elementos de simulador, ya que cada coche se controlará de manera similar pero con matices, además de contar con muchísima potencia y tracción trasera, lo que equivale a derrapes continuos si aceleramos a tope en medio de una curva. Así que habrá que tener en cuenta estas salvedades, elegir bien el coche que más se adapte a nuestra forma de conducir y practicar bastante para poder dar las curvas correctamente (comentar que no nos permite cambiar la sensibilidad al pad analógico, algo que hubiese sido aconsejable para ciertos tipos de conducción).
Sin embargo, si eres fan de Xbox y de los títulos de conducción, sería mucho más fácil de definir el control del juego, y es que es prácticamente un calco del que vimos en su momento con
Forza Motorsport. Así que si ya has manejado algún PGR anterior o te gusta Forza, no tendrás muchos problemas con éste. La diferencia con Forza radicará en la facilidad en realizar los derrapes y la forma de controlarlos, algo de vital importancia en este juego ya que
volvemos a tener el sistema de kudos como llave para llegar a cualquier meta. Los kudos son puntos por realizar acciones espectaculares de forma correcta sin chocarnos con nada o nadie, de modo que si derrapamos, saltamos, cogemos rebufo tras otros vehículos y acciones similares, se nos premiará por ello.
Hablando del sistema de juego, volvemos a ver una serie de pruebas distintas que se van alternando entre si para no aburrirnos, pruebas que irán desde correr entre varios competidores con el objetivo de quedar en una posición específica, carrera contra el reloj, slalom entre conos, luchas uno contra uno y otras muchas que también veremos más adelante. La dificultad de estas serán las que nosotros decidamos, ya que al principio de cada prueba se nos pedirá que designemos la dificultad que deseemos, con un sistema de medallas, desde 'Novato' la de ojalata hasta 'Extrema' la de platino. A más valor, mayor la dificultad, pero más puntos y kudos obtendremos. De esta forma, si una prueba es extremadamente fácil, podremos repetirla más difícil, pero si no conseguimos superarla, podremos volver a repetirla con menor nivel y seguir avanzando en el juego, pudiendo volver más adelante cuando tengamos mejor coche o más habilidad.
En principio, el control del juego nos convence y el sistema de juego es bastante típico y bueno a nuestro parecer, pero también hemos encontrado algunas cosas que ?afean? el apartado de jugabilidad. Por un lado, el comportamiento de los demás vehículos en carrera, o sea, la inteligencia artificial utilizada, no nos parece la más correcta en un juego para una consola como ésta (por su potencial).
Nuestros vehículos pueden derrapar y hacer trompos pero no los de la computadora que siempre tendrá una actuación impecable. Es más, siempre tendrá la misma actuación ya que su conducción es muy rígida, como si todos los vehículos fuesen por raíles. Es más,
los coches controlados por la IA parecen estar hechos de cemento, con lo que será imposible separarlos de su trayectoria. Ellos te empujan y te quitan de su camino para seguir por su trazada pero tu no puedes ni moverlos un centímetro, con lo que si estas en su camino, te quitan sin despeinarse y siguen tan tranquilos, pero si son ellos los se encuentran en tu camino e intentas quitarlos, te quitan y siguen tan tranquilos.
Ahora bien, en el caso del juego por Xbox Live, ocurre todo lo contrario. Los daños en los vehículos y en su carrocería son mínimos y meramente ornamentales, lo que significa que
en el juego online se preocuparán más por echarte de la carretera que por competir para ganar, y es que cualquier mínimo toque a 200 Km. /h hará que salgas disparado fuera de la pista o des un par de trompos y quedes mirando en sentido contrario. No hay penalizaciones, no hay faltas, no hay nada, todo vale. Si al menos los coches sufriesen daños o hubiese algún tipo de penalización, sería más lógico y divertido en un juego de estas características, porque más parece que estemos jugando a Mario Kart o a Full Auto. El problema está ahí, cambiará radicalmente entre un jugador y modos multijugador.
La lastima es que una consola tan potente con tres procesadores y que estamos convencidos que no está siendo utilizada toda su potencia, no se haya programado un sistema más válido en el modo online ni una IA mejorada, quizás al estilo de Forza, en su modo para un jugador. Aunque, si fuese así, ¿qué nos quedaría para PGR4?