Conclusión
Un excelente juego de estrategia que marca un nuevo camino en el género de los RTS (estrategia en tiempo real). La posibilidad de controlar a un gran número de unidades a la vez controladas con el mando analógico derecho de la consola, darles órdenes o que un número de dichas unidades nos sirvan para poder recoger ciertas piezas marcadas con dicho número es algo que no solamente no habíamos visto hasta ahora, si no que también funciona muy bien y resulta muy divertido. Gráficamente, la potencia de GameCube muestra unos escenarios muy detallados y realistas con unas texturas casi perfectas y unos modelos de pikmins, enemigos y el Capitán Olimar muy simpáticos y que casan perfectamente con el funcionamiento del todo el juego.
Quizás, el principal problema que tiene el juego es que pasen tan rápido los días y que una vez finalizado el tiempo nos quedemos sin la posibilidad de completar toda la nave, teniendo que volver a jugar una partida desde el princpio. Es como si la primera partida (de varias horas) fuese solo un mero entrenamiento para saber exactamente qué debemos hacer en partidas posteriores, y puede incluso llegar a agobiar a medida que vamos jugando, viendo que las piezas que debemos encontrar tenemos que dejarlas a medio camino porque se hace de noche y vamos a perder a un gran número de pikmins. Entre eso y el transcurso de los días, se pierde parte de la diversión de jugar por el día y plantear estrategias. Aún así, un excelente juego que debe estar en cualquier colección de GameCube, o en la posterior versión de Wii con el nuevo sistema de control con los mandos de movimiento.