Pikmin 4 llega con un buen número de novedades, aunque manteniendo la fórmula básica de la saga. En una historia que bien podría ser un
reboot de otros episodios, tendremos a nuestro mando directo a un valiente habitante del planeta de
Olimar, en una misión de rescate y exploración de varios
naúfragos espaciales. Pero nuestro protagonista no tiene fuerza ni habilidad suficientes por si mismo, si no que tendrá que confiar en la ayuda de los Pikmin, unas simpáticas criaturas extraterrestres que - siempre en grupo - pueden crear cosas increíbles. En esta entrega, a las clases habituales se añaden además los
Pikmin helados y los
Brillantes, que añaden nuevos puzles y desafíos.
Más allá de los tipos, la gran novedad es la presencia de nuestro perro gigante,
Ochin, que resulta una grandísima ayuda en la exploración (e incluso el combate), y que cambia el
gameplay, como también los hacen las nuevas misiones de supervivencia nocturna (que son más
Tower Defense que juegos clásicos de la saga). Son grandes elementos para refrescar una saga que
Nintendo no ha querido dejar en el pasado.