Simplemente correcto, sin grandes fallos en este apartado, pero quizás un tanto desfasado en todas sus vertientes. Muy pocas opciones de control o ataque y un sistema de cámaras desfasado para nuestro gusto. Muy aconsejables los enfrentamientos contra los jefes finales pero también algo escasos.
Como ya hemos comentado, nos encontramos ante un título de acción en tercera persona donde controlamos a Jack Skelleton. Para ello, usaremos el stick analógico izquierdo para movernos por la pantalla, el botón ?
cuadrado? para realizar los ataques con la blandialma en forma de látigo, con el botón ?
triángulo? otros ataques de enganche con el látigo para agarrar a los enemigos y lanzarlos contra otros, utilizarlos en forma de honda
y la combinación de ambos botones para realizar varios tipos de combos. Aquí quizás encontramos uno de los primeros puntos flojos del juego.
La variedad de ataques es bastante limitada, encontrándonos en la mayoría de los casos realizando los dos o tres mismos ataques con los que podremos terminarnos el juego sin muchos problemas. Un poco más avanzado el juego, Jack puede convertirse en dos transformaciones, el
Rey Calabaza y
Jack disfrazado de Santa Claus, cada uno con sus propios movimientos que, sin embargo, utilizaremos en contadas ocasiones muy concretas y que parecerán estar metidas ahí con calzador.
Otro punto un tanto controvertido será el movimiento del personaje debido a dos puntos principales. Por un lado, debido a la fisonomía de Jack, sus largas y delgadas piernas y sus pequeñísimos pies, controlarlo por zonas estrechas será más que complicado (y si a esto unimos la sensibilidad famosa del analógico de PlayStation 2?). Afortunadamente (o desafortunadamente si miramos la variedad en el juego), no nos encontraremos tampoco muchas zonas de estas, con lo que el problema queda solucionado en parte. Sin embargo,
el sistema de cámaras utilizado es el otro punto negro del juego para el control del personaje. Se ha vuelto a utilizar el sistema de cámaras estáticas por zonas, con lo que en una misma zona, la cámara estará fija eje en un punto siguiendo al personaje sobre un eje y moviéndose únicamente cuando cambiamos de zona, algo que quizás en una aventura gráfica quede muy cinematográfico pero en un título de acción como éste debería queda anticuado. En realidad, la cámara no molesta mucho, ya que no suele tener ángulos muertos (decimos bien, no suele, que no significa que no tenga), pero este sistema ha demostrado en muchos casos estar obsoleto para un desarrollo rápido, que es el que tiene el juego.
También echamos en falta algo más de posibilidad de elección sobre el ataque a los enemigos, el cual se ajusta de forma automática al enemigo más cercano y que estamos mirando y que aprovechando que no todos los botones se utilizan en el juego, se podría haber utilizado un sistema de elección de enemigos como en otros títulos de corte similar, ya que a veces quieres atacar a uno cuando en realidad estas atacando a otro (y si la cámara está un tanto alejada y no lo ves con claridad, igual haces ataques al aire). Además, la utilización del salto (pulsando el botón ?
círculo? es prácticamente inexistente en todo el juego y que no sabemos si ha sido añadida simplemente por que estos juegos suelen tener esta opción, pero que el botón pasa totalmente desapercibido en un 90% del desarrollo.
Si obviamos estos ?puntos oscuros? (que no tienen por que ser fallos, pero sí deberían haber sido pulidos un poquito más sobretodo después del tiempo que lleva el juego en desarrollo), nos encontramos con un título que se controla de forma muy fácil, con una curva de aprendizaje muy suave (que aprendemos rápidamente) y sin movimientos ni combinaciones difíciles de realizar (quizás por su escasez). Nos sorprende muy gratamente el enfrentamiento con los jefes finales (aunque echamos también en falta algunos más) y el sistema utilizado con ellos, muy original (que veremos en su apartado correspondiente) y que nos gustaría que hubiese muchos más de este tipo.
En resumen, un juego como este podría haber dado mucho más de si. Controlar a Jack Skelleton por el universo creado por Tim Burton debería haber sido mucho más provechoso de lo que lo es, sin que esto quiera decir que es ?malo del todo?. Correcto simplemente.