Que levante la mano quien nunca haya oído hablar de
Pac-Man (también conocido por estos lares como ?Comecocos?), nadie, ¿verdad?.
En realidad, todo fan incondicional de los videojuegos, o simplemente cualquier jugador (novato o experto) que se precie ha echado alguna partidilla al popular juego.
Mucho ha llovido desde que el primer
Pac-Man salió a la luz, y no es para menos, ya que
Pac-Man supuso una revolución en las máquinas recreativas allá por los años 80, alzando la popularidad de éstas y asentando un nuevo concepto en la industria, concepto que dio pié al éxito de Pac-Man: su simplicidad.
Renovarse o morir, eso dice el dicho; y es que estamos ante un
Pac-Man poco usual entre lo que estamos acostumbrados a ver, un plataformas en toda regla (que cuenta con 2 predecesores) orientado para los más pequeños de la casa.
Pac-Man ha sido misteriosamente teletransportado a un mundo oscuro justo cuando cumplía 25 años, su misión será regresar con su familia a la vez que salva el mundo de las manos de Erwin, un maléfico genio que intenta destruir Pac-Land. Nuestro protagonista emprende una nueva aventura sin pensárselo dos veces, pero la pregunta es, ¿cómo ha evolucionado el pequeño
Pac-Man? ¿Sigue siendo esa bola amarilla zampa bolas y devora fantasmas? Ahora mismo lo veremos...