9 meses de paz han tenido los habitantes de
Nippon (la mágica versión del Japón medieval que conocimos en
Okami) antes de que una fuerza oscura vuelva a atormentar a sus habitantes... Y esta vez
Amateratsu no está disponible. Menos mal que la protagonista de
Okami ha tenido un valiente cachorro, que se lanzará a la aventura para acabar con el mal.
Como podéis imaginaros,
Chibiteratsu tiene una difícil misión por delante, y por si fuera poco
no podrá contar con la ayuda de Issun más allá del prólogo del juego (el insecto artista ha sido convertido en un guardián celestial, y ahora tiene otras obligaciones). Pero no hay de qué preocuparse, ya que
Chibiteratsu contará con la ayuda de 5 compañeros que irán en su lomo como jinetes, lucharán a su lado contra los monstruos y le prestarán sus habilidades especiales:
- Kuni, el hijo adoptivo de
Susano y Kushi, un gran espadachín en potencia, pero que necesita
un empujoncito, un poco de valor...
- Nanami, una coqueta sirena que nos ayudará con los problemas de
Chibi con el agua (al igual que su madre, no lo lleva nada bien).
- Kagura, una joven y poderosa medium que nos permitirá ver los elementos espirituales, ocultos a simple vista.
- Kurou, un misterioso chico de la misma tribu que
Waka (hombres-cuervo), con una flauta que daña a los demonios y capacidad para llegar a sitios altos e inalcanzables.
- Manpuku, un chico gordito que tiene el poder del fuego, que nos será muy útil para movernos en tierras heladas o durante el combate.
La relación que tiene cada uno de estos aprendices de
héroe con
Chibiteratsu es tan única como sus habilidades; desde el sobrenombre de
Chucho que le da
Kuni a los cariñosos motes de las chicas, cada personaje ha sido tratado con mimo y cariño, e incluso tienen sus animaciones especiales de
espera si los dejamos unos segundos quietos. Para ser sinceros,
nos preocupaba que sin Issun se perdiera la faceta cómica de Okami, pero tras experimentar unas horas con los distintos personajes secundarios hemos quedado muy satisfechos; las situaciones divertidas no dejan de sucederse.
Así, el combate y la exploración ya están cubiertos;
Chibiteratsu puede acceder a un rango de armas tan grande como el de su madre: escudos, espadas o
magatamas para atacar a distancia, y todas son mejorables (para que la mecánica se adapte a nuestra forma de jugar). Ahora le falta conseguir los
poderes del pincel celestial, y una vez encontremos a los
hijos de los guardianes de las constelaciones podremos
hacer salir el sol, que los cerezos florezcan, reparar cosas rotas, cortar elementos (o a los enemigos)... Okamiden ha heredado la mecánica de dibujo del juego original, sólo que ahora lo haremos con el stylus en la pantalla táctil y
contrarreloj; el funcionamiento es tan bueno como el original (si no mejor).
Con todas estas habilidades - bien conocidas por los que ya jugamos a la primera entrega - y los nuevos poderes de los jinetes
nos tocará purificar distintas zonas de Nippon, visitando templos que actúan como mazmorras y enfrentándonos a colosales jefes finales (sin duda, algunos de los mejores momentos del juego) hasta llegar a la emocionante conclusión de la aventura; esto nos llevará 25-30 horas (algunas más si queremos desvelar todos los secretos de
Okamiden o mejorar todas las armas al máximo), pudiendo acceder a distintos finales (con ilustraciones especiales según nuestro rendimiento) y a un
Game Plus, que nos permite rejugar la aventura manteniendo nuestro poder.
Aunque, como ya hemos visto, no sorprenda tanto a nivel jugable,
Okamiden impacta al jugador con un sobresaliente acabado técnico y artístico, de lo mejorcito que hemos visto en
DS con un cuidadísimo
cel-shading, escenarios interactivos y detalles llenos de
magia (como las flores brotando al paso de
Chibiteratsu), o las divertidas animaciones de los demonios enemigos. Eso sí, este espectacular apartado técnico
tiene un precio, y es dejar el juego con zonas
cerradas (una especie de etapas), automatizar la cámara (que no podemos controlar a nuestro antojo, aunque el resultado en líneas generales es muy, muy bueno, al estilo
Mario Galaxy) y alguna que otra
ralentización puntual por forzar demasiado el engine. Un precio que estamos más que dispuestos a pagar...
La banda sonora es estupenda, con composiciones remasterizadas y preciosos nuevos temas, y voces
imaginarias (sonidos) para todos los personajes importantes. Los FX están muy a la altura.
El punto más negro que encontramos en el juego
viene con su edición española, concretamente con la falta de traducción; y aunque puede avanzarse sin demasiada idea de inglés (hay pistas de los personajes, incluso flechas que nos ayudan si estamos perdidos)
es una pena perderse las divertidas conversaciones y geniales momentos por no dominar la lengua de
Shakespeare. Una pena...