Análisis Need for Speed Payback - Vuelve la misma fórmula de siempre, mejorada

El modo historia que gira entorno a tres principales protagonistas nos ofrece una trama entretenida aunque típica y con clara inspiración en las películas de Hollywood. Completarla nos llevará en la dificultad normal unas 10 o 12 horas, aunque estás aumentan considerablemente si nos dedicamos a completar con tres estrellas los diferentes retos o encontrar todos los coleccionables. El problema es que excepto por varias misiones, la sensación de monotonía se produce demasiado pronto y con bastante frecuencia.

Por otro lado el multijugador ofrece una experiencia un tanto desajustada, ya que para poder disputar carreras clasificatorias deberemos tener coches de un nivel elevado, obligándonos a jugar al modo solitario por fuerza para conseguirlos. Por otro lado las carreras no clasificatorias no tienen esta restricción pero no ofrece carreras divididas por categorías, por lo que podemos entrar a competir con coches muy superiores al nuestro por lo que desde la salida quedaremos en la cola de la carrera sin posibilidad de remontar. Si lo comparásemos con un juego similar (Forza Horizon 3), todos los jugadores tienen un coche de similares características, o bien el juego nos presta uno, aumentando así la competitividad.

El juego divide los tipos de coche en cinco categorías que son carrera, derrapes, todoterrenos, sprint y evasión. Cada uno fuerte en su terreno y bastante ineficaz fuera de él, así si nos metemos por caminos de tierra o el campo con un coche de otro tipo distinto al todoterreno notaremos que no tenemos agarre, o si intentamos hacer buenos derrapes con un vehículo no adecuado nos será bastante complicado. Siguiendo la filosofía de la saga, el carácter de juego es claramente arcade, premiando por encima de todo la espectacularidad y la diversión a la conducción real, los momentos de persecución son sin duda los más divertidos y las tomas a cámara lenta de la destrucción de los coches de policía o perseguidores son muy espectaculares.

El juego ofrece el modo historia y el multijugador como opciones de juego, y aunque ambos cumplen tienen una serie de problemas que deslucen el resultado final. El modo historia cae demasiado pronto en la monotonía y el multijugador no está bien planteado dando lugar a carreras muy descompensadas por la diferencia de nivel de los coches. El número de coches disponible ronda los 80, número inferior a lo que ofrecen la mayoría de la competencia.

El juego se desarrolla en un mundo abierto donde podemos encontrar un buen número de actividades tales como saltos, carreras donde debemos alcanzar una velocidad media mínima, zonas de derrapes o batir récords de velocidad en radares. También podremos entretenernos buscando fichas de casino o rompiendo carteles atravesándolos con nuestro coche. A pesar de la cantidad y lo entretenidas que resultan, no son nada nuevo y muchas ya existían en otras entregas o en el más reciente Forza Horizon 3.

La inclusión de vehículos todo terreno y el juego que da correr fuera de asfalto es aire nuevo bien recibido. Se mantiene la personalización de los coches por medio de colores y vinilos con un editor bastante completo y fácil de usar. El juego también se ha sumado a las cajas de botín por medio de cartas de recompensas después de cada carrera o evento, que nos proporcionarán mejores piezas para el coche o las podremos vender para obtener créditos con las que comprar más cartas o vehículos.

La otra gran novedad de la saga está en la posibilidad de construir nuestro propio coche gracias a piezas de desguace que se van consiguiendo conforme avanza la aventura. Es un gran añadido aunque no deja de ser una posibilidad adulterada de crear un coche con piezas que vamos coleccionando, pero que es bastante resultona en conjunto.

Sin lugar a dudas el apartado donde más luce el juego es este, con unos gráficos de gran nivel que aunque no son lo mejor de la generación cumplen de sobra con ella. Los efectos de reflejos de luz, los detalles del asfalto o caminos de tierra están muy conseguidos, como los efectos de polvo y suciedad en los coches. Todos los vehículos están recreados con gran fidelidad y la posibilidad de pintarlos, decorarlos o ponerles diferentes piezas, alerones o llantas les proporcionan aspectos únicos de cara a las partidas online.

El juego viene acompañado de un magnífico doblaje como de una genial banda sonora que ambienta de maravilla los paseos por el mapa como también nos sumerge en la acción en las misiones más trepidantes. La IA se comporta bastante bien, dándonos mucha guerra incluso en la dificultad normal, ayuda a dar sensación de realismo cometiendo errores como salirse de pista o chocar contra otros coches u obstáculos. Otra cosa son los coches que circulan libremente por la ciudad, que al mínimo roce o que pasemos cerca se quedan parados en el sitio y ya no son capaces de volver a circular, creando atascos y desapareciendo delante de nuestros ojos como por arte de magia.