Análisis Need for Speed: Most Wanted - PS Vita

FairHaven es el nombre de la ciudad que podremos recorrer libremente desde que comenzamos nuestro periplo por Most Wanted. Plagada de carreras, retos y vehículos de los que hacer uso, el objetivo del juego es acumular puntos para subir de categoría y poder enfrentarnos y superar a los 10 vehículos más buscados de la ciudad, hasta alzarnos con el primer puesto. La cantidad de eventos disponibles, el autolog que registra nuestros marcadores (y lo compara con el de nuestros amigos), los elementos de modificación de nuestros carros, el inmenso (y variado) escenario o el atractivo multijugador online conforman un producto redondo en este apartado.

Teniendo en cuenta que estamos ante un juego puramente arcade, podemos olvidarnos de cualquier tipo de simulación de conducción o sensación de realidad. Consecuentemente, el control es sencillo y muy directo, favoreciendo el espectáculo y peligrosidad en la conducción. La sensación de velocidad es realmente fantástica, acompañada de espectaculares accidentes y derribos, al más puro estilo Burnout. Nos ha costado un poco acostumbrarnos a la sensibilidad del stick de la Vita y la resolución de la pantalla apenas hace concesiones en el tiempo de reacción durante las carreras, avisamos.

Como habréis podido intuir de este análisis, Burnout es el auténtico referente de este juego, muy por encima de anteriores entregas Need for Speed. Criterion ha optado por llevar a su terreno la saga, manteniendo eso sí algunos elementos característicos de la misma, como es el tuneo de los coches, aunque se han moderado considerablemente, o las persecuciones policiales. Aplaudimos el gran cambio de rumbo de la franquicia, a sabiendas de que no aporta en líneas generales ningún elemento que no hayamos visto ya antes.

Nos sabe realmente mal criticar el apartado técnico de este título, teniendo en cuenta que no tiene competidor alguno en portátiles, y es realmente deslumbrante. Sin embargo, teniendo en cuenta que la versión de Vita se ha planteado (y publicitado) como una experiencia idéntica al resto de versiones, nos vemos obligados a resaltar las diferencias: Fairhaven está más carente de vida, apenas hay tráfico o elementos con los que interactuar (resintiéndose en consecuencia la intensidad de las carreras o las persecuciones), el acabado y los efectos gráficos están un par de peldaños por debajo, y el número de oponentes es menor.