En la introducción y presentación inicial para la versión de PS2 ya les comentábamos lo mucho que EA, atenta y astuta, decidió en 2003 dar un vuelco o giro en planteamientos y jugabilidad a una de sus series clásicas (?Need for Speed: Hot Pursuit?) para venir a crear ?Need for Speed: Underground?; al mismo tiempo actualización y declaración de intenciones.

Se trataba de llenar el hueco ante la nueva generación de jugadores, cada vez más versados, experimentados y con máquinas más potentes, han ido demandando (ayudados en gran parte por ?RockStar? y sus propuestas salvajes) títulos con una mayor carga de trasgresión, salto de reglas o, cuanto menos, ambiente urbano, callejero o underground donde poder emular/saborear/disfrutar con héroes, situaciones o roles que ya no son tan ?polítcamente correctos?.

La idea resultó buena, provechosa en ventas. El resultado directo supuso una inteligente división de temáticas dentro de propuestas ya conocidas. Para los deportes se crea el sello BIG, con toques de ?Extreme? y versiones urbanitas de los deportes que lo permiten (?FIFA, NFL y NBA Street?, por ejemplo); para la conducción, ?Need for Speed: Underground?.

Y con nuevo año, toca nueva saga. Pero EA es lista, y sabe bien que alcanzar el número 8 en una secuela es cosa sólo para ?Final Fantasy?? De modo que su equipo creativo captó la idea y ha sorprendido ahora con su nueva propuesta para este año: ?Need for Speed: Most Wanted?. Una nueva revisión de ?Underground? con novedades y cambios válidos para suponer una nueva mirada, no una ampliación.
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Llega, como siempre, a todas las plataformas del planeta tierra; en este espacio, nos ocuparemos de desvelar los secretos de la versión PSP, en comparación con la adaptación a PS2 (presente en el siguiente enlace). Una misma idea en dos consolas a las que se les presupone similares, aunque las diferencias en los títulos nos van advirtiendo de todo lo contrario.
Pasen, pasen y vean este duelo sin igual? Que el ganador es precisamente el usuario?

Se han reducido los modos y eliminado el factor historia. Adición del ?Atrapa al tunero? para estar del lado de la ley

Como en las partes anteriores, en ?Most Wanted? tenemos juego para rato en PS2, para mucho menos en PSP; veamos:
Eres un piloto con deseos de triunfar en el circuito ilegal de carreras urbanas, un mini-mundo con 15 enemigos a batir dentro de la ?Black List?, la lista de los pilotos más buscados por la policía. Nuestra misión es progresar superando las diferentes pruebas, los diferentes adversarios hasta vérnoslas con el número1, pero, en este caso, todo el factor historia se ha visto eliminado en versión portátil. En el modo ?Blacklist?, la lista es sólo una sucesión de pruebas directas que vamos salvando en el orden que escojamos, sin posibilidad de alternar entre carreras o pruebas meramente de fuga; o el modo Drag, totalmente eliminado en el camino a la conversión.
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De este modo, toda la estructura queda simplificada para que no tengamos que molestarnos conduciendo por la ciudad (la PSP no podría con tan gran escenario, de todas formas). Escogemos la prueba que nos toque y nos vamos enfrentando a los rivales sin mayor problema, paso a paso, todo despedazadito.

En adición nos encontramos, en el modo ?Carrera rápida?, con la posibilidad de escoger entrar en una persecución instantánea contra la poli (modo ?Fuga?), o de, por el contrario, escoger el bando marcial y perseguir a los malos en ?Atrapa al tuneador?.

Los modos de tunning y mejoras técnicas (super simples y directos) siguen presentes, pero la duración del juego es mucho menor por haber reducido los modos
Milestone y Recompensa (precisamente los menos divertidos).
En cualquier caso, siempre queda el modo inalámbrico de 2 a 4 jugadores. Divertido, pero algo simple; por no tener posibilidad de callejear (sólo circuitos cerrados) y por la menor velocidad general del juego.

Jugabilidad simple y control sencillo. Presencia policial constante.

Todo es diferente en esta versión pequeñita. El control del coche ha sido simplificado para que el factor arcade acabe siendo absoluto, facilitando además el modo de giro con tal ligereza, que a veces nos preguntamos si a lo que jugamos es a un ?Out Run? clásico de recreativa. Si la versión de PS2 ya peca de poca sensación de circuito bien construido y delimitado (por hacer escenarios dentro de una ciudad predefinida), aquí en PSP tal imagen se ve algo más forzada, aunque, por la mayor simpleza del control (tomar las curvas cerradas es pulsar el freno a fondo y después girar tranquilamente), el resultado general se atisba más limpio y elegante. Hecho al que también contribuye la desaparición de obstáculos tipo farolas o vallas.

En lo referente a velocidad, mayor lentitud y coches más pequeños. Se mantiene el número máximo de 4 rivales por carrera, pero el nivel de tráfico es mucho menor, casi anecdótico. Mientras que en PS2 los coches ?civiles? son un problema directo y preocupante en cada carrera (como en ?BurnOut?), en PSP son un par de modelos cada cientos de metros?

Por otra parte, en lo referente al tiempo bala, resulta mucho más útil en PSP, pues desde el primer momento, los policías presentan controles en mitad de la carretera para detenernos; y dado que no podemos escaparnos del circuito, la mejor opción es siempre burlar al tiempo (o burlar también las curvas complicadas, dado el poco control).
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Por lo demás, controles más sencillos al no disponer en ningún caso de posibilidad de cambio manual de marchas, lo que desemboca en un plantel simple y útil de botones que acabaremos prefiriendo sobre la versión PS2, mucho más diluida en correr por la ciudad buscando los eventos predeterminados.

La inclusión de la policía es el núcleo del juego, con adiciones novedosas como el tiempo bala y la Lista negra.

Habiendo sido eliminadas las opciones de Milestone y Recompensa, la persecución policial queda relegada a los propios circuitos. La policía siempre aparece pues es inevitable marcar el indicador de ?Presión? (el nivel de atención de la policía sobre nosotros) más allá de lo permitido. La poli nos persigue al tiempo que monta controles para hacernos parar, resultando algo más divertido que en PS2 al llevarla en un circuito cerrado (sin posibilidad de callejear); pero el objetivo sigue siendo tan simple como correr más que ellos.
Al llegar a la línea de meta, si nos pisan los talones, se nos da la oportunidad de jugar a un desaconsejable ?doble o nada?: tenemos 2 minutos para despistar a la poli en el mismo circuito (sacarle una distancia predeterminada). Conseguirlo (algo difícil) supone doblar los puntos de reputación (nos abren nuevas mejoras) y dinero.
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En compensación a los modos perdidos, se ha añadido el ?Atrapa al Tunero?: escogemos entre 4 tipos de coches patrulla y nos enfrentamos a 15 pruebas; atrapar (golpear un par de veces) de 2 a 5 tuneros y, cada 5 eventos resueltos, enfrentarnos a un tunero especial (cuesta más acabar con su barra de vida). Es divertido al principio, pero demasiado corto y limitado (las pruebas son siempre las mismas); además, no podremos guardar los progresos y siempre empezamos desde el principio (la primera prueba) tras un fracaso.

Por último, reseñar que también se ha eliminado la opción de Drag, incomprensiblemente?

Estable y sencillo, muy bueno en otras referencias en PSP.

?Todo a menor escala y detalle?, sería el modo correcto y simple de definirlo. Para todos aquellos esperanzados o deseosos (por alguna que otra declaración desafortunada) de pensar en una cierta equivalencia técnica entre PS2 y PSP? Que vayan desechando la idea. En PSP los coches son más pequeños, con menor resolución, y con escenarios liberados de ornamentos (farolas, contenedores, cubos de basura, vallas, señales), sin efecto climático alguno ni juegos de luces destacables.
En la parte buena, se ha logrado implementar algo de brillo en las carrocerías y reflejos (sin efecto espejo) en los cristales traslúcidos, pero el conjunto se percibe claramente desangelado en comparación a PS2, pero, curiosamente (evidenciando las diferencias entre plataformas), lucen realmente bien comparándolos con el resto de catálogo de PSP (?BurnOut? en especial), de ahí la buena nota.
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Y para que la sorpresa y diferencia no fuese mayor, se ha optado por rediseñar los escenarios y mostrar circuitos diferentes (así no echamos en falta todo lo que se hubiese eliminado), más simples pero realmente sólidos. La tasa del juego no es la ideal, quedando todo con cierto aspecto de forzado en cuando a velocidad y giro de escenario, pero al menos, a la hora de activar el tiempo bala o el NO2, los efectos de difuminado están presentes y el juego nunca parece dar tirones.
En las carencias, también resaltar que, al no poder implementar un retrovisor real, tal espejo sólo muestra las luces de quien nos persiga, sea policía o rival.

EA, atenta y astuta, como siempre comentamos, como siempre demuestra, decidió en 2003 dar un vuelco o giro en planteamientos y jugabilidad a una de sus series clásicas (?Need for Speed: Hot Pursuit?) para venir a crear ?Need for Speed: Underground?; al mismo tiempo actualización y declaración de intenciones.

La nueva generación de jugadores, cada vez más versados, experimentados y con máquinas más potentes, han ido demandando (ayudados en gran parte por ?RockStar? y sus propuestas salvajes) títulos con una mayor carga de trasgresión, salto de reglas o, cuanto menos, ambiente urbano, callejero o underground donde poder emular/saborear/disfrutar con héroes, situaciones o roles que ya no son tan ?polítcamente correctos?.
En el primer auge y ahora asentamiento de la cultura Trash/Hip-hop/Rap que se viene exportando a cada rincón del planeta vía ?media global americana?, los chicos de EA encontraron un curioso filón nada falto de originalidad, valentía y arrojo en tal representación (o cuanto menos inspiración) de la iconografía, pseudo-cultura y referencias idiosincrásicas de tal escena moderna, de tal estado urbano de identidad ganada con graffitis, tuning, ropa de diseño y música antimelódica.

La idea resultó buena, provechosa en ventas. El resultado directo supuso una inteligente división de temáticas dentro de propuestas ya conocidas. Para los deportes se crea el sello BIG, con toques de ?Extreme? y versiones urbanitas de los deportes que lo permiten (?FIFA, NFL y NBA Street?, por ejemplo); para la conducción, ?Need for Speed: Underground?.
El arcade de conducción y tuning supuso un bombazo tal que se estableció al momento como nueva franquicia, premiándonos con una segunda parte un año después. Pero como ya hemos advertido o apuntado antes, EA es lista, y sabe bien que alcanzar el número 8 en una secuela es cosa sólo para ?Final Fantasy?? De modo que su equipo creativo captó la idea y ha sorprendido ahora con su nueva propuesta para este año: ?Need for Speed: Most Wanted?. Una nueva revisión de ?Underground? con novedades y cambios válidos para suponer una nueva mirada, no una ampliación.

Llega, como siempre, a todas las plataformas del planeta tierra; en este espacio, nos ocuparemos de desvelar los secretos de la versión PS2, Xbox y GameCube, para compararla más adelante con la adaptación reducida de PSP, PC y Xbox 360.

Muchos modos y formas de enfadar a la policía, con un modo Lista negra realmente largo y grandes posibilidades de tuning.

Como en las partes anteriores, en ?Most Wanted? tenemos juego para rato en PS2, para mucho menos en PSP; veamos:
Eres un piloto con deseos de triunfar en el circuito ilegal de carreras urbanas, un mini-mundo con 15 enemigos a batir dentro de la ?Black List?, la lista de los pilotos más buscados por la policía.
Con un modo historia eliminado en la versión PSP, nuestro objetivo es enfrentarnos a toda una suerte de pruebas, carreras y persecuciones para batir al número uno y recuperar nuestro honor y prestigio. Las formas son las siguientes:
En cada puesto, tomamos al piloto inmediatamente superior en la lista como contrincante y, para enfrentarnos a él, tendremos que cumplir antes con ciertos requisitos. Diferentes pruebas divididas en tres apartados.
Carrera: con un número variable de pruebas (eliminación, vuelta rápida, circuito, drag, etc.), las cumplimos sin mayor dificultad. Lo más parecido a ?NFS Underground 1?.
Milestone: Nuestro rival quiere ver nuestra habilidad con la policía. Con número de pruebas y dificultad variable, se nos presenta una serie de retos a completar: aguantar una persecución de 2 o 4 minutos, rayar la carrocería de dos coches patrullas, burlar X agentes, etc. Son algo pesadas en la mayoría de los casos y cumplirlas sólo es divertido en los primeros niveles.

Recompensa: Con cada persecución policial, obtenemos un valor de recompensa o prestigio por la cantidad monetaria que el estado está invirtiendo en nuestra persecución. A medida que burlemos agentes, subirá dicha puntuación, y así nuestro nivel. Necesitamos de un mínimo para llegar a la carrera con nuestro rival, y si no lo hemos conseguido en las pruebas Milestone, tendremos que pasar por aquí forzosamente: meras persecuciones directas de las que debemos zafarnos. Nada divertido por lo irreal de los choques y la falta de tensión, obtenía mucho mayor juego en referencias como ?Driver? o ?Getaway?.
A la hora del enfrentamiento con los componentes de lista, tenemos un enfrentamiento a dos circuitos, al ganar en ellos obtenemos recompensa del vencido. Coches nuevos, mejoras visuales o técnicas, dinero, etc.

Mucho juego y muchas carreras para llegar al número uno, contando con la posibilidad de optimizar el coche por dentro y por fuera. Tuning efectivo y amplio con opciones de mejoras por apartados simplificadas para facilitarnos el trabajo (compra todo de mayor nivel que el anterior y no te preocupes por nada más).
Por otra parte, y tal y como en ?NFS Underground 2?, la ciudad está abierta para el ?Free Ride?. Buscar el taller o puntos especiales es cosa de coger el coche y dar una vuelta.
La ciudad es grande, casi demasiado cuando hemos desbloqueado diferentes zonas secretas con el tiempo y buen hacer; y aunque resulta bonito al principio, acaba cansando rápidamente, cuando la poli aparece sin buscarla en nuestro paseo al garaje, por ejemplo. Suerte que al menos siempre podemos volver a casa con un shortcut (excepto sin nos están persiguiendo, claro esta).

Arcade sin complicaciones con control inestable y persecuciones constantes.

Tomando a ?NFS Underground 2? como referencia directa, los cambios en control de volante, respuesta y comportamientos son, casi por desgracia, algo diferentes.
Comenzando por la aceleración; tened cuidado, chicos y chicas, a la hora de pulsar el botón que hayáis dispuesto para tal propósito. Haciendo gala de la posibilidad analógica de los DUAL SHOCK 2 (sensibles a la presión, no implementado en PSP), debemos tener presente que se debe pulsar al máximo (nuestros dedos se resentirán) el botón para que el coche progrese apreciablemente en velocidad. Velocidad que, por otro lado, no acaba de resultar tan refinada, directa y estable como en la anterior propuesta. Por el contrario la versión de Xbox resulta sumamente cómodo en el control de nuestro coche ya que aceleraremos con el gatillo derecho, con el joystick analógico izquierdo moveremos la dirección, y con el gatillo derecho conseguiremos frenar, aunque el resto de botones también tienen una función no son demasiado utilizados.
Volviendo sobre el tema velocidad, necesitamos de un coche potente con grandes mejoras para poder sentir algo parecido a vértigo con este juego. Mientras que en ?BurnOut? no podemos permitirnos apartar la mirada de la pantalla por un segundo, ?Most Wanted? es clemente y tranquilo en los primeros (y medios) episodios de velocidad. Y lo peor es que, habiéndose habilitado un NO2 (Turbo por óxido nitroso) recargable que sólo nos pide pasar de los 100 Km/h para auto-regenerarse poco a poco, tal acción o inyección no acaba de repercutir determinantemente en un aumento perceptible de la velocidad o aceleración. Mientras que en ?BurnOut? pulsar ?Nitro? es catapultar al coche en ?velocidad espacial?, aquí sólo encontramos el efectito de difuminado (blur) y poco más.

En cuestiones de control, sorprende comprobar que la sensibilidad del stick ha sido aprovechada de un extraño modo o campo. Con indeferencia de que nuestro vehículo cuente con mayor o menor control (ajustable con mejoras, como siempre), pulsar levemente el Stick es el camino de la seguridad pues, intentar tomar una curva cerrada con un ?volantazo? no suele reportar otra cosa que inestabilidad, independientemente del coche que montemos. La mejor opción será siempre pulsar un instante el freno o soltar por idéntico tiempo el acelerador. Es lo recomendable en todo momento y ocasión; curiosamente, lamentablemente. Para los envites policiales, cargas a los laterales del circuito y giros mal efectuados, con tal contramedida el coche quedará de nuevo a nuestra merced, bajo nuestro control. Intentar enderezar el vehículo sin soltar el acelerador es un imposible que no traerá nada nuevo en caso alguno. De modo que?

Arcade, arcade, arcade. Acelerar y frenar sólo un poco, olvidándonos del freno de mano (una mera función decorativa) o juego con las marchas. Para eso está el Gran Turismo. Aquí nada nos detiene. Derrapar en las curvas no es posible con precisión, y nunca acaba de restar velocidad, como llevarnos por delante las vallas, farolas, paradas de autobuses o cubos de basura. Están ahí para molestar con su presencia y sonido seco de estruendo, pero tan sólo distraen y su incursión forzada sólo trae sobrecarga de gestión en el motor gráfico, haciendo que los circuitos sean aún más complicados de llevar. Mencionar también que se ha incorporado la inestabilidad según el terreno que pisemos, pisar una zona de tierra implica que al más mínimo giro el coche tome una dirección que no es la que deseábamos.
Otro gran problema es que todos los circuitos son urbanos, dentro de una amplia ciudad en la cual nos movemos libremente (en el modo libre al ir a buscar localizaciones), tal y como en ?NFS Underground 2?, o acotadamente (en las pruebas de circuitos); pero siempre con grandes problemas para acabar de distinguir las bifurcaciones, los atajos o los callejones sin salida. El mapa es muy útil, pero acaba resultando molesto tener que estar siempre pendientes de él en todo momento.
En otras cuestiones igualmente molestas, resaltar que no importa lo que hagamos con nuestro coche respecto a choques o beso de paredes. Ni la dirección se resiente, ni la carrocería se vulnera perceptiblemente?
La jugabilidad no cambia hasta que pulsamos el ?Tiempo bala?, acción que ralentiza el tiempo estilo ?BurnOut? para hacer que cualquier coche, por breve tiempo, maniobre a las mil maravillas y sea capaz de tomar o sortear la más complicada de las curvas.

Y para con la policía, nada que no le deparemos al resto de rivales. Al no tener indicador de daño nuestro coche, su única posibilidad es obligarnos a detenernos por un tiempo preestablecido; y dado que tal cosa es bien complicada para ellos, por suerte para nosotros, su seguimiento es poco más que una molestia por sonido de las sirenas. Al tener gran espacio para huir y posibilidad de callejear, las barreras de PSP aquí no sirven para nada? Huir de la ley es un trámite, pero no una diversión o reto.

La inclusión de la policía es el núcleo del juego, con adiciones novedosas como el tiempo bala y la Lista negra.

Aunque en la mayoría de las situaciones todas las novedades de este ?Most Wanted? han sido vistas antes de forma idéntica o parecida en referencias anteriores, no se puede negar que todo el juego destila personalidad propia, aun dentro del halo de la serie ?Underground?.
Comenzando por el factor con mayor relevancia: la policía. Hemos de remontarnos a los tiempos de ?NFS Hot Pursuit? (de la propia EA) para encontrar tal característica, y la verdad es que la implementación y desarrollo no ha cambiado mucho, lamentablemente.
La policía está ahí, presente en las esquinas, esperando captar al infractor (por exceso de velocidad o conducción en carril contrario, entre otras), y aunque estamos prevenidos por un radar bajo el retrovisor (eliminado en la versión PSP), es inevitable encontrarnos con ella tarde o temprano.
La lista negra es sólo una excusa para presentar las pruebas y situar un ranking, y aunque tal escalada nos acabe pareciendo lo mas interesante, aquí lo realmente importante es el juego del escondite con los coches patrullas.
En los modos carrera, el camino a seguir es dejarla atrás, sin preocuparnos de nada más; casi como otro componente de la carrera al que vencer. Pero son en los modos policiales específicos (Milestone y Recompensa) donde encontramos el núcleo del asunto, aunque no acabe resultando tan divertido como debería.
Una vez nos sumergimos en una persecución fuera de un circuito, a menudo nos encontramos dando vueltas en círculos, en una ciudad que no ha sido tan bien construida como en, por ejemplo, ?Driver 3?, con mayores y mejores opciones de maniobra y callejeo.

Para hacernos las cosas más fáciles, tenemos dos tipos de zonas (remarcadas en el mapa) para tratar de despistar las sirenas de la ley. Por un lado, con triángulos rojos, tenemos las zonas de alta maniobrabilidad; lugares con cambios de dirección o callejones para escabullirnos sin ser vistos (de fiabilidad dudosa); por otro lado, círculos azules muestran los lugares donde podemos detener el coche y ocultarnos hasta que pase el chaparrón (no pueden verte esconderte allí).
Las persecuciones son, por desgracia y en esencia, aburridas; porque en la mayoría de ocasiones se limitan a seguirnos, porque no montan controles en condiciones, porque no podemos apenas sacarlos de la carretera con espectaculares acciones, ni causarles daño alguno, o provocar accidentes en masa, o? Nada que no sea correr recto y más rápido que ellos.

En el apartado de las adiciones, comentar la inclusión del llamado ?Tiempo bala?. Como si en ?Matrix? o en un ?Max Payne? nos encontrásemos, al pulsar un botón, y por tiempo limitado (se recarga solo de todas formas), podemos hacer que el juego entre en modo de cámara lenta (como en el ?BurnOut?); al hacerlo, la maniobrabilidad del coche se verá exponencialmente mejorada y salir de cualquier encrucijada será mucho más fácil (también lo será tomar curvas complicadas).