Sabiendo que muchas de sus sagas clásicas nunca han funcionado bien en las consolas de
Nintendo, que
Los Sims nunca han conseguido repetir el éxito de sus versiones de PC en consola y que el mercado japonés sigue sin aceptarlos,
EA ha apostado con MySims con un giro a la saga. Eso sí, si bien en la versión Wii encontramos un juego sólido, para la versión
DS la compañía ha plagiado la estructura de Animal Crossing Wild World. Copiar a los mejores no tiene por qué ser un delito, pero cuando el resultado es tan pobre y poco inspirado como en este título? ¿realmente merece la pena?
A nivel de control es de agradecer la inclusión de un sistema dual, que nos permite
jugar con la interfaz táctil o con la cruceta. Eso sí, mientras algunos minijuegos (como el squash) hacen un uso creativo del control, otros nos van a parecer ?metidos con calzador?, sólo pueden ser controlados con la cruceta y no aportan demasiado al conjunto.
A
MySims le pasa factura la limitación de llevar un número de objetos, algo que en
Animal Crossing era más comprensible por el modo online (que nos permitía llevar ítems a otras consolas), y acciones relativamente sencillas acaban siendo más largas y complejas de lo necesario.
Hacer crecer nuestra ciudad y ganarnos el cariño de sus habitantes nos llevará un buen montón de horas, en los que tendremos que
hablar con los habitantes y realizar todo tipo de misiones mediante minijuegos. Desgraciadamente los minijuegos no pueden disfrazar un montón de
tareas rutinarias y poco sorprendentes (planta, riega, hablar con, busca?), y más cuando sus posibilidades son bastante reducidas.
Y cuando el juego empieza a hacerse lento y repetitivo nos damos cuenta de
uno de los grandes fallos que arrastra: la falta de multijugador, online o en red local, lo que merma enormemente la diversión y posibilidades.
MySims en
DS podría considerarse como el
?hijo feo? de Animal Crossing y Los Sims. Por sí mismo no aporta nada que no hayamos visto en los dos juegos, e incluso se queda corto como imitación. Los personajes, en líneas generales, no tienen ni la décima parte del carisma de los vecinos y amigos del mundo virtual creado por
Nintendo, mientras que a nivel de opciones el juego parece una versión recortada e infantilizada de los
Sims, omitiendo gran parte de las necesidades vitales de los personajes (como dormir o ir al baño). Su único acierto es su estética.
A nivel técnico el juego se queda rezagado de otras producciones más espectaculares y efectistas de
EA;
Nintendo; el apartado gráfico no sorprende, pero cumple presentando modelados de personajes agradables y personalizables, así como casas con muchas opciones de decoración, y un pueblo de gran tamaño.
El problema viene con la falta de modo online y lo pasivos que resultan estos vecinos, bastante sosos y lineales en sus actuaciones. Tampoco hay un gran aprovechamiento de la doble pantalla, el micro o el
Wi-Fi.
El apartado musical es bastante mediocre, sin alardes en las melodías o efectos sonoros (repetidos hasta la saciedad). Como no podía ser de otra forma contamos con una correctísima traducción al castellano (imprescindible para el tipo de juego).