Análisis Metroid Dread - El Metroid más terrorífico es también el más divertido

La duración de Metroid Dread es un punto muy relativo a nuestra forma de jugar. Si bien es posible que nuestra primera partida nos dure alrededor de 8-10 horas (si no nos perdemos totalmente en alguno de los puntos más abiertos del juego) y subamos a las 12-14 re-explorando y consiguiendo items, conseguirlo todo al 100% sin usar guías ni ayuda duplica fácilmente esa situación. Y en nuestra experiencia, el reloj de juego no suma cuando estamos muriendo non-stop contra los E.M.M.I o jefes... Una vez terminado esta primera partida tenemos el acceso al modo difícil, que solo los mejores jugadores podrán terminar en menos de 4 horas, y que esconde el acceso a la imagen de galería más preciada del juego...

Si hay un punto brillante en la experiencia de juego es cómo nos engancha a seguir avanzando, a seguir investigando el misterioso planeta y consiguiendo power-ups que hacen cada vez más poderosa a Samus, al tiempo que abren nuevas zonas y desafíos. La fórmula funciona como un reloj, especialmente gracias al gran diseño del mapa, las sorpresas que nos esperan (bien intercaladas) y el reto de los E.M.M.I. No podemos decir mucho más que... magistral.

El sistema de juego de Metroid Dread es otro de sus puntos fuertes. Samus nunca se había controlado tan bien ni mostrado tanta velocidad y agilidad; el uso del nuevo movimiento para deslizarse o el cómodo sistema de apuntado / la mecánica de salto funcionan como un reloj. La acción típica de la saga se ha enriquecido de distintas formas, siendo el más importante el sigilo gracias a un camuflaje que nos permitirá huir de enemigos invulnerables, pero haciendo también el combate más físico a corta distancia gracias al uso de contragolpes durante las batallas. La emoción se dispara al entrar en los nidos de los letales E.M.M.I., máquinas de matar aparentemente imparables, o en los combates contra los jefes, que penalizan gravemente nuestros errores, pero al mismo tiempo son muy satisfactorios cuando los superamos.

Por poner algún pero, es cierto que hay picos de dificultad y se echa en falta un modo más accesible para nuevos jugadores (especialmente, en cuanto a orientar y dar pistas, que en algún momento los más impacientes van a acabar tentados de mirar guías), al igual que el control puede ser un poco incómodo en algún momento jugando en modo portáil, por el uso del L3 para correr con el poco recorrido que tiene el analógico de los Joycon... Pero son fallos menores.

Concebido como la evolución natural de la saga Metroid 2D, y con clarísimos lazos con Metroid: Fusion (última entrega 2D de la saga) y el impresionante Super Metroid, este Dread no solo es increíblemente respetuoso con el material original, es que lo pule y hace brillar con apariciones estelares, guiños y un montón de referencias que disfrutarán los fans de la franquicia, pero sin hacer que los nuevos jugadores se pierdan nada. Por supuesto se nota la supervisión desde Japón con la producción de Yoshio Sakamoto, pero también el cariño del equipo creativo, y las ganas de hacerle un homenaje a esta increíble saga.

Hablando ya de novedades en sí, no hay nada realmente revolucionario (lo más novedoso, la presencia de los E.M.M.I, máquinas cazadoras que nos perseguirán sin descanso, cada una con su habilidad propia, está claramente inspirado en la aparición del Samus parásito X de Fusion), más allá de pulir los elementos más brillantes de Samus Returns y crear una aventura totalmente nueva en un mundo que merece la pena descubrir a vuestro ritmo, con un rival además que no va a pasar desapercibido (¡lo queremos ya en el Smash!). El sistema de sigilo es también un acierto, pese a algún traspiés en la IA de los E.M.M.I., y el final es pura emoción y adrenalina.

A nivel visual Metroid Dread es uno de los títulos más brillantes del catálogo de Switch, con una puesta en escena simplemente espectacular, y un diseño artístico brillante que desmuestran el grandísimo nivel y talento que hay en nuestro país. Si bien la atmósfera de juego está muy bien lograda y cada zona es a la vez sorprendente y un ejemplo de manual de buen hacer (además, muchas se trasforman durante la aventura), los modelados y animaciones de Samus - y los gigantescos jefes - son todavía mejores, y las secuencias animadas son para quitarse el sombrero. El único pero que podemos poner aquí (y es más de la consola que del juego) son las cargas intermedias al moverse rápido entre zonas, que no están del todo optimizadas, y aunque nos permiten ver más en detalle los modelados se hacen un poco pesadas.

El apartado sonoro, con Kenji Yamamoto (Super Metroid, Metroid Fusion, Metroid Prime) a la cabeza, y el talento de Soshi Abe y Sayako Doi es incontestable, creando una increíble selección de temas increíblemente inmersiva, que funciona a la perfección en las secuencias pausadas de investigación y avance, pero también sabe ser muy emocionante en las batallas contra los jefes o en las frenéticas persecuciones de los E.M.M.I. El juego nos llega además perfectamente traducido al castellano e incluso doblado (con voces robóticas para las IA, y algo de lenguaje alienígena, pero muy bien doblado).