A nivel jugable,
Metal Tales: Overkill es un shooter de doble analógico de lo más sencillo, en el que nuestro disparo son acordes de guitarra (mejorables), y en el que podemos usar armas muy originales, como altavoces con mucho
bass para crear el caos y derrotar a nuestros enemigos poseídos. Desgraciadamente la simplicidad hace que la acción sea muy limitada, y no le hubiera sentado nada mal contar con más movimientos u opciones (esquives, golpes especiales...)
El sistema de vida es también un punto negativo en el juego. Contamos con 3 púas que nos sirven de escudo, y el sistema de recuperación (esperando y eliminando enemigos) hace que se pierda un poco de ritmo en la aventura. Además, en los jefes es demasiado sencillo acabar cayendo por simple mala suerte.