Cuando juegas por primera vez a The Phantom Pain (incluso si has jugado a la precuela, Ground Zeroes), desde el primer minuto todo te parece nuevo e innovador. Pero lo que ocurre después te parece mucho más nuevo e innovador y aun así no deja de sorprenderte a cada paso. El tutorial, o la primera hora de juego según lo queramos ver, no solo es excelente y nos
ofrece momentos de tensión sin precedente, sino que también enseña al mundo del videojuego una nueva forma de enseñar al jugador el sistema de control y opciones de juego, así como sus posibilidades.
Una vez aprendido los principios básicos, entramos de lleno en un universo abierto y vivo que también enseña a los jugadores una nueva forma de plantear los juegos de infiltración, por su
facilidad de uso, la cantidad de opciones a nuestra disposición o el nivel de detalles que ofrece (entre otras muchas cosas). Una vez entrado en faena, la mezcla de elementos sobrenaturales con un realismo desmedido (aquí lo consiguen), tener que reclutar a tu propio ejército (y la forma de hacerlo y conseguir mejorarlo), la enorme cantidad de armas a nuestra disposición (algunas no vistas en ningún otro juego de ningún otro género), ver cómo evolucionan algunos de los personajes según vamos avanzando?
Todo es innovador y fresco.