Mega Man 11 recupera la típica forma de plataformas y acción de la saga, aunque adaptándola a nuestros tiempos. Para empezar sumando un número de vidas infinitas en el nivel de dificultad más bajo, por lo que el único reto para superar el juego será nuestra paciencia (y aguante). Por otro se ha añadido una nueva mecánica de juego que nos permite multiplicar nuestro poder y/o ralentizar a los enemigos utilizando los gatillos; este nuevo
arma es muy poderosa, pero nos puede dejar
cansados si abusamos de ella, por lo que no la utilizaremos tanto como podríamos y tardaremos en cogerle el tranquillo; exprimir estas habilidades al 100% es la clave para rejugar esta aventura.
El problema de
11 viene con los picos de dificultad de algunas fases (las más largas de la saga), especialmente con
caídas, pinchos o trampas que pueden acabar con nosotros de un solo impacto. Estos peligros terminan siendo mucho más desafiantes - y frustrantes - que los jefes finales que dominan cada nivel, y que antaño nos obligaban a repetirlos varias veces... Ahora pasados los escollos es relativamente sencillo que caigan vencidos tras perder una o dos vidas y hacernos con sus patrones de ataque.