Mario Superstar Baseball para GameCube - Análisis

Nintendo sigue al pie del cañón, día tras día, empeñada en llevar hasta el infinito su cruzada por incluir a Mario en cualquier título mínimamente deportivo que pueda imaginar. Lleva haciéndolo desde el principio, con SuperNintendo, Nintendo 64, Gameboy, Nintendo DS, y ahora, GameCube.
Los resultados suelen ser buenos, e incluso excelentes en contadas ocasiones (el primer ?Mario Kart? de Super Nes, por ejemplo), pues todo lo que lleve el nombre o imagen del personaje más representativo de Nintendo ha de mostrar y presentar clara calidad, y sobre todo, innegable y asequible jugabilidad.

Nintendo tiene cientos de personajes a los que intentar explotar, como siempre comenta nuestro compañero José Carlos Fernández. Desde el universo Star Fox, al Pokémon, pasando por Zelda, Kirby o Fire Emblem. Pero parece que tienen obsesión por el super fontanero y su novia princesa que no parece que vaya a alcanzar el título de reina próximamente?
Entre manos tenemos ahora la última (de varias que nos esperan, como Mario Soccer?) incursión de Mario en el mundo del deporte; en esta ocasión Baseball. Es una apuesta de relativa importancia, sobre todo en los mercados americano y asiático, donde dicho deporte goza de gran aceptación. Para cumplir con buena nota, Nintendo se ha decantado en esta ocasión (tal y como hizo con ?Donkey Konga?) por la ayuda de NAMCO, la todopoderosa (cada vez menos) empresa capaz de lo mejor y lo peor en un mismo título y una misma consola. Algo así como CAPCOM pero con menos títulos por año.
Con semejante apoyo a sus espaldas, ?Mario Superstar Baseball? no tenía más remedio que ser un buen juego; no tenía alternativa. Veamos hasta qué punto? O puntuación.

Tenemos el modo historia, largo y con posibilidades de mejora en el equipo, el divertido ?Toy Field? para jugar con los amigos y los entretenidos minijuegos.

En lo que respecta a opciones y modo de juego, ?Mario Superstar Baseball? presenta mayores propuestas de las esperadas, sorprendentemente. A saber:

Juego de exhibición (1-2 jugadores) : El típico modo sencillo, escogemos uno de los equipos disponibles, definidos por el personaje que actúa de capitán (Mario,Luigi, Yoshi, Peach, etc.), secundado por multitud de secundarios (setas, fantasmas, etc.) como resto del equipo.
Desafío (1 jugador) : El modo historia, por así decir. Bowser ha retado a Mario y sus amigos a un partido de Baseball definitivo; nuestro objetivo es completar las tres ligas disponibles para acceder al desafío. En el camino, podemos movernos por un amplio mapa para ir visitando a todos nuestros amigos y retarlos a un partido.

Comenzamos con un equipo capitaneado por Mario, Peach, Yoghi, Wario o Donkey Kong, y nos lanzamos a la aventura con una plantilla de extraños componentes poco preparados. Nuestra misión es ir ganado encuentros e ir reclutando a otros jugadores mejor dotados (personajes importantes como Yoshi o secundarios como los habitantes de Isla Delfino) para lograr la plantilla de ensueño.
A lo largo de los partidos, configurables en el número de entradas, nos encontraremos con dos tipos de desafío: de banderas y de estrellas.
Con los desafíos de banderas, tendremos acceso a reclutar a un jugador. Se nos presenta una prueba (elimina a este personaje, batea esta bola, etc.) de cuando en cuando, si la superamos, obtenemos una bandera. Cada personaje a reclutar requiere un número de banderas variable, hacernos con los mejores es todo un desafío.
Con las pruebas de estrellas obtendremos dinero (puntos) para ir mejorando el equipo.
Asimismo, ir avanzando en las ligas nos reportará nuevos personajes, mini juegos y estadios.
Toy field (de 1 a 4 jugadores): Una sorpresita. Reunimos a 4 amigos y nos introducimos en un campo de apariencia virtual plagado de casillas con diferentes opciones. Mandar la pelota a cada una de ellas nos confiere premios o castigos. Desde casillas de ruletas en las que obtener ítems al estilo ?Mario Kart?, a otras de aparición directa de monedas. Puedes jugar rotando como pitcher, bateador o exterior, intentando recuperar cuantas más monedas mejor. Con los strikes, hits o eliminaciones por captura de la bola, se cambian las tornas. Quien consiga más oro al final del encuentro (duración configurable) gana el desafío.

Minijuegos (de 1 a 4 jugadores): Se desbloquean en el modo principal, el desafío. Hay un poco de todo, y todos son rápidos y divertidos; como el concurso de Home runs (sacar la bola del estadio de un golpe).
Practicar: El necesario tutorial en el que, de forma muy sencillita y bien explicada, se nos pone al día en términos de jugabilidad.
Records: Eso mismo. Nuestras mejores hazañas.

Todo esto, teniendo en cuenta además que contamos con un total de 32 personajes, incluyendo a todo tipo de especies: Mario pequeño, Bowser pequeño, bombas, Toad, setas, Donkey Kong, Liar, etc. 4 niveles de dificultad y unos cuantos minijuegos a desbloquear y disfrutar. Se echan en falta unos cuantos más estadios, pero bueno, teniendo tantas opciones y diversión no podemos ser muy severos?

Todo es fácil de controlar, en cada faceta del juego. Lo pausado del desarrollo es siempre cosa del deporte, no del juego?

El Baseball es un deporte con notables diferencias en juego, reglas y estructura respecto a casi cualquier otra referencia en cuanto a juegos en equipo. A la hora de realizar una adaptación para Videoconsola, saltan a la vista varios puntos críticos o peligrosos de cara a la diversión o jugabilidad.
Puntos como lo pausado del juego: aunque tengamos un equipo de ocho jugadores, sólo uno de ellos, el pitcher (aquél que lanza la bola), tiene valor real y actividad clara en el juego durante el 90% de un partido. El resto del equipo espera a que el bateador falle el Swing, y, de no ser así, tan sólo corren a por la bola para devolverla a la base más cercana.
Podemos dividir entre ataque y defensa para exponer las cosas más claramente, pero queda claro que en ambas opciones se ha optado por la opción más sencilla y asequible, la arcade. En ataque:
El pitcher puede moverse levemente en un reducido área alrededor del montículo, favoreciendo con este hecho la leve curva o efecto que queramos darle a la bola. A la hora de lanzarla, tenemos 4 opciones, todas fáciles de activar:
Tiro Sencillo: pulsamos el botón A y dirigimos la bola a derecha o izquierda.
Tiro Lento: pulsamos A y el Stick hacia abajo. Útil contra humanos, no contra IA?s
Tiro Fuerte: Dejamos pulsado el botón A hasta que el personaje alcance el máximo brillo. Si lo soltamos en el momento preciso, la bola dejará una estela de fuego.
Tiro Especial: pulsando el botón R junto con el A, el personaje realizará un tiro especial remarcado por luces y artificios. Para poderlos realizar habremos de tener al menos una estrella, las conseguimos al ir haciendo Hits (golpes no capturados) a lo largo del partido.

En general es extremadamente fácil jugar, pero no tanto conseguir batir a la IA, incluso en el nivel más bajo de los 4 disponibles. Al ser el Baseball un juego de probabilidades por encima de todo, pues no esquivamos, ni diblamos, ni corremos ni nada parecido; se hace más patente que el hecho de que el contrincante batee o se trague nuestra bola depende únicamente del porcentaje de acierto de cada jugador, y nada más. No importa lo bien que lancemos, si no jugamos contra un amigo, no le sacaremos partido.

Otro detalle molesto es el hecho de que no podamos controlar la altura de la bola, su movimiento en vertical a la hora de lanzarla, para hacer alta o baja. Sólo se nos permite controlar su dirección en lo horizontal: izquierda o derecha. Arcade no tiene que resultar en simpleza, sólo en accesibilidad.
También incómodo es el tiempo en blanco que existe entre bola y bola para lanzarla. Nada nos indica cuando tirar y a veces perdemos tiempo pulsando antes de tiempo?

La defensa: Igualmente resulta extraño por estos lares el hecho de que el equipo que defiende (esta circunstancia se alterna por turnos) tiene una representación en el campo consistente en? 1 único jugador, aquél que batea.
El trámite se ha salvado de forma parecida a la etapa de ataque. El jugador tiene un reducido área de movimiento en el rectángulo habilitado para tal tesitura, y su forma de responder es rápida, aunque no muy precisa. No existe barra directa (sólo en los entrenamientos) que nos indique cuándo la bola está a tiro, por lo que tendremos que hacerlo a ojo; y no siempre lo veremos claro.
Igualmente, tenemos la posibilidad de Swing Fuerte, Swing especial y Swing lento (el conocido ?toque de sacrificio?) como contrapartida al Pitcher.
El bateo siempre resulta más divertido que el lanzamiento, pues es más desafiante e interesante. Resulta sencillo conectar, pero lograr un hit o ya siquiera un Home run es algo realmente difícil. Lo más normal será ver como nuestros jugadores van siendo eliminados irremisiblemente por continuos atrapes al vuelo, pues dirigir la bola allá donde realmente queremos y con una altura no demasiado exagerada es algo poco menos que complicado.

En cualquier caso, si lanzamos o bateamos, cuando la pelota queda en juego y los exteriores entran en acción para ir a cazarla, resaltar que se mueven algo lentos y, aunque podemos correr o lanzarnos si estamos cerca, no nos resultará sencillo atrapar demasiadas bolas en los primeros intentos. Del mismo modo, tampoco resulta muy refinado el sistema de lanzamiento a las bases. Cada base del diamante tiene una dirección asignada, pero a veces no parece recibir bien la orden pues a veces la acaba mandando adonde no queremos, y, en otras tantas ocasiones, al dar la orden de movimiento los jugadores corren donde no deben? De todas formas, y como viene siendo habitual, la gestión de la etapa de captura es un mero trámite, hecho con órdenes predeterminadas y simples. Como también tramitado y algo brusco es el cambio de cámara tras conectar un hit. En lugar de retorcer con un amplio zoom, pasamos en molesto corte directo a la acción general.
En la parte positiva resaltar el modo para cuatro jugadores simultáneos en los minijuegos. Por las características del deporte, nunca podremos jugar los cuatro exactamente a la vez, pero es divertido echar esos partiditos a la búsqueda del mayor número de estrellas.

Bueno pero algo limitado, podríamos decir. En cualquier caso, para todos aquellos que aún no estén muy acostumbrados a este deporte tan peculiar, les recomiendo un par de partiditas con los amigos y el alquiler de alguna de las tantas películas sobre el tema?

Incluir los elementos locos del mundo de Mario y los añadidos jugables son su mejor acierto.

Es un juego de Baseball basado en el mundo, arquetipos y reglas del universo Mario. Participando del mismo estilo que el ?Mario Party?, ?Mario Kart? o el inminente ?Mario Soccer?. Es al mismo tiempo una garantía de calidad y una plataforma de entrada conocida en la que no encontraremos demasiadas sorpresas.

Atendiendo a su faceta de juego deportivo, la novedad se la lleva la inclusión de los tiros especiales, personalizados en función de cada capitán. Por lo demás, todo ha sido visto antes con igual o mayor acierto en títulos como los MVP de EA, la equivalencia americana a la línea FIFA.

Es al entrar en los factores añadidos, ajenos al propio deporte o simulación, cuando encontramos sus mayores y mejores aciertos, como el modo historia, relajado y bonito, con posibilidades de reclutar nuevos jugadores o ir mejorando nuestra sufrida plantilla.
Nos abre la posibilidad de disfrutar realmente sin necesitar a un amigo (cosa tan difícil en todos los títulos deportivos), pudiendo invertir unas cuantas horas en crear el equipo perfecto para derrotar al infame Bowser.

También son importantes las bazas para varios jugadores, como esos mini juegos o el curioso y entretenido ?Toy Field?.
Aquí está toda la novedad, toda la innovación. Jugar al baseball como si se tratase de una especie de ?Mario Kart? combinado con ?Smash BROS?. Estrellas que dan oro a quien las coge y se lo resta a los demás, conchas azules para robar todo el oro del primer clasificado, etc., etc. De lo mejor, de lo más reseñable. El típico toque de Nintendo, presente en todo lo que toca, en todo lo que propone. Es como encontrarnos con un juego de Baseball apoyado por un pequeño ?Mario Party? temático.

Y no tiene jugadores reales ni copas ni ligas, pero no creo que eso nos importe mucho por aquí. Lo que pedimos es un buen juego, que sea divertido, sin importar demasiado la fidelidad al deporte que encumbra. Y ?Mario Superstar Baseball? es divertido, es asequible y es más completo de lo que parece? Una pequeña joyita a la que le falta sólo un poquito por pulir.

En los factores negativos, o menos conseguidos, encontramos que no podemos personalizar a los jugadores para hacerlos a nuestro gusto. Ni el nombre ni sus atributos o aspecto pueden ser modificados del modo que un ?SSX? o ?Pro-evolution? nos permiten. Lo único que podemos alterar, como mera curiosidad, es la tendencia de posición de nuestro jugador: diestro o zurdo. No influye en los resultados pero es un buen toque.

Gráficos y sonido son buenos y bien reconocibles ya. El acompañamiento perfecto, sin artificios ni espectacularidad acorde con el tono del juego. Sin traducir.

Tratándose de un juego de estas características sabemos que no encontraremos un derroche gráfico o sonoro que nos sorprenda o haga explotar en alabanzas y halagos.
El juego luce bien; todo el entorno es bonito y llamativo, y lo mismo ocurre con el sonido, limpio, cercano y nada estridente. Lo que se espera, para bien o para mal.

En el apartado de modelado, todos y cada uno de los personajes aparecen perfectamente construidos. Redondeados a más no poder, con un correcto efecto de volumen resaltado por el tenue brillo y la correcta iluminación en todo momento.
Si bien es cierto que no tenemos efectos meteorológicos ni nada más allá de un bonito partido en un idílico escenario, todos ellos están perfectamente recreados haciendo hincapié en el personaje en el que están basados. Desde el estadio recortado con apariencia de cartón y papel de Yoshi al famoso castillo de Peach. Todos correctos, con suavidad y solidez precisas, aunque, por la poca movilidad de la cámara y la nula rotación alguna más allá de la vista predeterminada, no lucen demasiado en espectacularidad o interacción.

Las animaciones, por otro lado, son todas muy buenas, con ese infalible toque de dibujo animado que le confiere definitivamente el inconfundible estado onírico en el que se desenvuelve todo el juego. Y aunque son bastante simples en la mayoría de los casos, han sido personalizadas para cada personaje. Donkey Kong, por ejemplo, no utilizará un bate, sino un guante de boxeo para golpear la bola, mientras que Yoshi para las pelotas con la lengua?

La cámara es estática en la fase de lanzamiento, y pasa, en aéreo, a seguir al jugador más cercano a la bola cuando ésta alza el vuelo. No tiene oportunidad de molestar ni entorpecer al no tener presencia alguna. En cualquier caso, siempre que logremos realizar una acción destacada, una breve escena a modo de repetición nos la mostrará nuevamente para que podamos recrearnos en nuestro logro o fallo absoluto?

En cuanto al episodio sonoro, todo está en la línea de lo habitual. Las clásicas melodías de toda la vida, pseudo modificadas para la ocasión, incorporando por suerte algunas nuevas composiciones que destacan por no llamar la atención.
En cuestión de efectos, las clásicas expresiones de Mario y compañía, respaldadas por toquecitos del universo plataformero aquí y allá. Ítems y gadgets por doquier, saltando, explotando o rodando.
Sin demasiadas pretensiones, como todo el empaque técnico. Muy bueno, pero no excelente. De todos modos, en el tono justo y preciso que necesita el juego, ni más ni menos.

Por último, comentar que sorprendentemente, el juego no viene traducido a nuestro idioma , quizá porque Nintendo España lo ha considerado arriesgado dado el género y las ventas esperadas. Y aunque el juego es jugable en inglés, algunas de las opciones y modos (como el historia) quedarían más claros en nuestro idioma, sobre todo para los más pequeños.