A nivel jugable
Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 apuesta claramente por el multijugador local como base del
gameplay, algo que es un gran acierto dado el enfoque del juego, y que funciona muy bien; en
SEGA se han dado cuenta de que todo es más divertido compitiendo con amigos, y para ello han intentado optimizar el control para que podamos disfrutar de una forma rápida y sencilla. Casi todos los minijuegos tienen distintos tipos de control (incluyendo uno por movimento, que funciona muy bien en algunos retos, como el recién llegado
surf) pero también incluyen opciones más clásicas, para que nadie se sienta frustrado. Lo único que nos hubiera gustado es encontrar más desafíos para 4 jugadores, sería una buena excusa para comprar un segundo par de
Joy-Con.
Jugando en solitario, desgraciadamente, la experiencia no es tan divertida (ni está tan lograda), aunque los fans de ambos personajes tampoco es que vayan a aburrirse. Aquí sí podemos echarle en cara al equipo creativo el haber incluido una dificultad un tanto baja (ahora podremos incluso
saltarnos eventos) y no ponernos a prueba en desafíos más complicados, ya que hay pruebas
como el fútbol, voley o rugby con un enorme potencial.