A nivel jugable,
Mario Party Superstars apuesta por la fórmula más clásica de la saga, recuperando los tableros - se han elegido los 5 más emblemáticos de la primera trilogía - y el ritmo habitual de juego, es decir, los turnos, los dados, los objetos especiales y la posibilidad de
putear a nuestros compañeros. Esto se desarrolla en paralelo a los minijuegos, también una selección (bastante buena) de 100 de los mejores retos multijugador clásicos, que van desde desafíos todos contra todos a mini-batallas por equipos.
Desde luego no son números apabullantes para un recopilatorio, pero el espíritu de los originales se ha trasladado perfectamente, y un punto brillante ha sido la opción de enriquecer la fórmula no solo con el juego online, también con las posibilidades de personalizar las partidas. Podemos darle más importancia a unos factores u otros (por ejemplo, elegir minijuegos y descartar aquellos más de
suerte, elegir el peso de las estrellas, las recompensas a final de partidas, el número de turnos...) incluso ampliar las rondas si nos lo estamos pasando muy bien y no queremos dejar la partida. Es un extra muy de agradecer.