Análisis Mario Golf: Super Rush - La diversión del minigolf en un campo gigante

Terminar el divertido modo historia de Mario Golf: Super Rush nos llevará en torno a las 7.5 horas de juego, aunque afortunadamente hay bastante más contenido para aquellos que disfrutan coleccionando y mejorando a los personajes (y sus Miis), con suficientes secretos, extras y coleccionables para multiplicar por 4-5 esa duración base; eso sí, no esperéis la profundidad o posibilidades de las entregas de Camelot para Gameboy Color ó Advance, aquí todo está muy limitado... Y es más, fuera de este modo principal la cosa patina bastante, ya que solo podemos configurar partidas contra bots activando y desactivando reglas, y jugando con la dificultad.

Afortunadamente al rescate acude un multijugador bastante sólido, con partidas locales para 2-4 jugadores (para 4 solo en Golf Tradicional), y un soporte online para 4 jugadores en todos los modos de juego (eso sí, sin preocuparnos de buscar partidas equilibradas, rankings, puntos...). Eso sí, son partidas bastante configurables, y consiguen el objetivo que buscan: que pasemos un buen rato.

El sistema de juego de Mario Golf: Super Rush es una de sus grandes bazas, gracias a un gran equilibrio entre una mecánica muy sencilla (2 barras, una para la fuerza y otra para el efecto del tiro) que se combinan muy bien con otros elementos como las pendientes del campo, el rodamiento de la bola, las trampas que encontraremos, o incluso las maldades que pueden hacernos nuestros rivales, ya que los personajes cuentan con una barra de tiro especial más centrado en molestar al rival que en avanzar nosotros... Esto, por supuesto, le da al juego más interés, profundidad y estrategia.

La gran novedad de esta entrega es el divertido Golf Rápido, una batalla contra otros golfistas para ser el primero en llegar a la meta (el hoyo) mientras corremos detrás de cada bola que golpeemos. Aquí lo importante no es el número de golpes ni su precisión, si no ser rápidos al avanzar y llegar a la meta, aprovechando cada ventaja que podamos lograr (como items especiales). Y precisamente estos tienen su protagonismo el el otro modo especial del juego, la Batalla Golf, en la que el uso de power-ups y objetos especiales es clave para ganar; es un poco locura a 4 jugadores, pero es ciertamente una experiencia muy divertida.

Las ganas de sorprender al jugador es otro de los puntos destacables en Mario Golf: Super Rush, con un protagonista claro: el modo Golf Rápido, que cambia el ritmo pausado y técnico típico de este deporte por una emocionante carrera competitiva en la que los protagonistas son la velocidad y la eficiencia, algo que nos ha encantado y que esperamos que se convierta en una de las señas de identidad de la saga. Igualmente divertido (y lleno de personalidad) es el modo Batalla de Golf, aunque aquí las posibilidades jugables son más reducidas, y el sistema apunta más a un minijuego glorificado de lo que sería Mario Party.

Lo que se queda un poco corto es el Modo Historia, sobre todo en comparación a otras entregas de la saga, aunque es estupendo como tutorial interactivo, para enseñarnos los secretos del gameplay (y convertir a nuestros Miis en una leyenda). También es muy destacable darnos las opciones del juego fantástico en paralelo a las de un estilo de juego más realista.

Visualmente, Mario Golf: Super Rush cumple con nota con todo lo que esperamos de un juego deportivo de Mario; es colorido, divertido, rápido (llegando al punto de frenético a veces) y presenta un solidísimo rendimiento, tanto en el modo portátil como jugando en el dock. Es más, el juego puede presumir de tener grandes diseños artísticos para los golfistas, y también campos inolvidables llenos de detalles (y trampas), que se alternan con otros más realistas y relajantes. Así, sin alardes espectaculares, el juego cumple con nota en el apartado gráfico.

El sonoro no se queda atrás tampoco, con una buena banda sonora que ambienta a la perfección los distintos greens del juego, y lo mejor, sabe adaptarse a cómo se desarolla la acción, desde rápidas y emocionantes batallas a recorridos más técnicos y pausados, todo funciona como un reloj. La traducción al castellano vuelve a ser uno de los puntos fuertes del título.