Uno de los mejores puntos del videojuego es lo estupendamente que se ha recreado el mundo de la película, con una excelente ambientación
apocalíptica, e incluso guiños a las principales ciudades y personajes (de hecho, nuestro gran enemigo es uno de los hijos de
Immortan Joe). La sensación de viajar por el Páramo, siendo vulnerables a los ataques sorpresa y a la vez todo un peligro para nuestros avances, no tiene precio. El doblaje, aunque sea en inglés, también ayuda a la experiencia, y las ciudades - y algunos jefes - son un derroche de imaginación. No reinventa el estilo
sandbox, pero lo adapta y hace suyo a la perfección.