Uno de los primeros juegos en aparecer en la actual generación de consolas (Xbox 360) fue la primera parte de este shooter en tercera persona. Bajo el nombre de
Lost Planet: Extreme Condition, Capcom conseguía un notable éxito de crítica y público al aportar al género una nueva mecánica de juego (el sistema de vida gracias a la energía térmica) o a otros elementos como el enfrentamiento con enemigos gigantes con puntos luminosos débiles así como el uso del gancho con el que podíamos subirnos a sitios de otra forma imposible y que le aportaba mucha libertad de acción y movimiento. Años después aparecía la segunda parte, Lost Planet 2, que se puede considerar como un experimento fallido por llevar la saga hacia otro camino y que solo resultaba divertido si jugábamos con tres amigos más (juego cooperativo para cuatro jugadores).
Con esto en mente nos llega este agosto de 2013 Lost Planet 3, y parece que la premisa de Capcom ante este nuevo título era muy clara: intentar volver a las raíces de la primera parte dándole mucha más importancia a la historia (LP2 no tenía de ninguna clase) y, quizás, acercarse más a otros juegos del género más exitosos como Gears of War. Y el resultado ha sido bastante bueno, aunque el juego arrastre ciertos problemas que puede no gustar demasiado a los más puristas de la saga.
Por un lado tenemos un juego que sigue bastante de cerca el desarrollo de otros juegos de otros géneros, y que sin llegar a ser un open world (no lo es) cambia la estructura lineal de Lost Planet 1 y 2 para ofrecernos un sistema de asignación de misiones más típico, es decir, hablamos con personajes que nos dan misiones, algunas principales y otras para ganar dinero, y que podremos ir haciendo en el orden que queramos; esto nos parece bastante positivo para el juego, ya que lo dinamiza bastante (aunque, eso sí, tengamos que ir repitiendo misiones en muchos momentos para ir mejorando nuestros recursos).
A la hora de jugar resulta muy intenso por momentos, con enfrentamientos con monstruos gigantes (una de las claves de la franquicia) y zonas donde nos enfrentaremos a hordas de enemigos (los ya famosos Akrids, de distintas clases: los que vuelan, los que explotan, los que se lanzan contra ti,...). También tenemos momentos de tensión (algo nuevo en la saga) con algunas zonas muy oscuras y angostas donde más parece que estemos jugando a un Dead Space aunque con toda la intensidad del shooter en tercera persona (aquí no hay nada de
survival horror). Contamos con un buen sistema de disparos, un sistema de cobertura regulero y un buen arsenal de armas - aunque quizás escaso si lo comparamos con otros juegos del género - (y aún así suficiente para no tener que complicarnos mucho).
Sin embargo, lo mejor sin duda del juego es la historia en la que los chicos de
Spark Unlimited (desarrolladores del juego) han puesto toda la carne en el asador (por órdenes de Capcom, obviamente). El jugador tomará el control de
Jim Peyton, una especie de busca-fortunas que viaja a un inhóspito planeta helado intentando ganar dinero para mantener a su familia (su mujer y su recién nacida hijo). Con éste el punto de partida, veremos un montón de vídeos donde se nos narrará todo lo que están sintiendo estos y la historia que están viviendo, consiguiendo
momentos muy emotivos y emocionantes que rara vez se dan en un videojuego y que han sido resueltos de forma bastante acertada por el equipo de desarrollo.
Pero no queda aquí la cosa. Lo que parece en un principio una historia bastante lineal se va enrevesando y dando giros inesperados que llegan a sorprender incluso, lo que no suele ser muy habitual en los juegos de acción. Tampoco hay que esperar un
Oscar al mejor guión en un videojuego, pero al estar hablando de un shooter sí que merece la pena ser mencionado.
A la hora de valorar la originalidad, los problemas del título y que, como decimos, puede no gustar a los más puristas de la saga, son lastres dentro de la propia franquicia. Y es que
muchos de los elementos que destacaban en la primera o en la segunda parte se han eliminado, lo que convierte este Lost Planet 3 en un shooter bastante genérico (aunque muy divertido). Por ejemplo el gancho, aquella herramienta que antes podíamos usar libremente en casi cualquier situación y que dotaba al juego de mucha libertad ahora lo usaremos solo en puntos muy concretos y además siempre predefinidos, es decir, que no son necesarios para nada (si hubiesen puesto una "
escalerita" donde hay que usar el gancho simplemente habría que cambiar de animación). Lo mismo ocurre con otro de sus puntos claves, el E-Term. En la primera parte el jugador debía eliminar enemigos para conseguir energía térmica que era su propia salud (para subsistir en el frio), propiciando momentos de tensión cuando estábamos a puntos de morir y no había depósitos o enemigos cercanos. En Lost Planet 3,
el E-Term se ha convertido en una moneda, y simplemente nos permitirá comprar armas y sus mejoras, ya que nuestro personaje no morirá nunca en el frio.
Otro elemento que también se ha perdido es el de los mechas o Vital Suit como eran conocidos en Lost Planet 1 y 2 (o "
meca", como dice el doblaje al español en Lost Planet 3). En entregas anteriores podíamos usar armaduras que nos permitían mayor protección o potencia de fuego, siempre en una perspectiva en tercera persona igual a la del personaje cuando no iba sin ella. Ahora también usaremos el meca, pero éste será simplemente un mero vehículo de transporte entre zonas (y poder escuchar música que nuestra esposa nos ha enviado desde La Tierra) además de tener que utilizarlo para resolver ciertos "puzles" (por llamarlos de alguna forma, aunque son retos que no tienen ninguna complejidad).
A pesar de esto, el meca también nos propone algunos momentos interesantes en el juego ya que también lo usaremos para enfrentarnos con ciertos enemigos como si de un "
quick-time event" o escena de vídeo interactiva con pulsaciones de botones en los momentos correctos para derrotar a enemigos. También ofrece cierta estrategia ya que el meca también tiene una armadura que nos protege y que se regenera con el tiempo, por lo que podremos utilizarlo como escudo y cuando esté a punto de estallar salirnos y dejar que se regenere mientras acabamos a pie con los bichos.
En cuanto al apartado técnico no está nada mal. Spark Unlimited ha utilizado el mismo engine usado en las dos entregas anteriores de la saga (Unreal Engine 3), así como en otros juegos recientes de Capcom como
DMC: Devil May Cry, aunque en este caso, peor utilizado. Aún así, los entornos están bastante bien construidos con suficiente nivel de detalle en enemigos y NPCs que cumplen perfectamente su cometido. Mención especial a los
Akrids gigantes, que pierden detalle con respecto a Lost Planet 2. A nivel sonoro el juego también está a la altura y cuenta con dos bandas sonoras, una orquestal para los momentos de tensión y exploración y otra que escucharemos en el interior del meca con una selección de canciones de muchos estilos, incluyendo el folk o el rock.
En definitiva, Lost Planet 3 consigue lo que se propone; ofrecernos un juego adictivo, bien realizado técnicamente y que ofrece muchos momentos de ternura, de acción y de tensión, pero que pierde parte (o todas, según se mire) de sus señas de identidad. Con ello, casi se podría decir que Lost Planet 3 en un Gears of War pero en el hielo y con más historia (los Gears tampoco es que tengan mucha). A muchos les gustará... y a otros no tanto.