Lost Planet Extreme Condition (su primera parte) resultó ser un soplo de aire fresco en el género de los juegos de disparos en tercera persona con muchos elementos originales, cuidada ambientación y una historia rica e intrigante, por lo que era de suponer que su secuela iría por el mismo camino. Las imágenes y vídeos que veíamos en ferias y revistas nos hacían presagiar un título sorprendente en este aspecto, por lo que la espectación era máxima. Finalmente, el resultado que tenemos entre manos es el de
un juego extraño que intenta llevar a la saga por otro camino, quizás en un intento de alejarlo de la competencia más directa, como Gears of War por ejemplo. Lo que tenemos es un juego diseñado con el modo cooperativo para cuatro jugadores en mente, que a veces se asemeja mucho más a Monster Hunter (el título de cazar monstruo de esta misma compañía) aunque con mucha más acción y sin tanta complicación de rol de por medio, y con algunos elementos del propio Lost Planet. Y decimos extraño porque aunque nos permite jugar de distintas formas, ninguna de ellas funciona bien, ni jugando solo con tres personajes controlados por la IA (porque es penosa), como si quitamos a estos personajes (porque hay zonas en las que se requiere de la participación de varios), como si entramos en Live o PSN y jugamos con otros jugadores (porque encontraremos algunos que no sabrán lo que hacen y retrasarán al grupo, así como otros que tienen mucha experiencia y dejarán atrás a los demás casi sin jugar). La única forma de
disfrutar del juego es jugando con gente que tenga tu mismo nivel del juego, ya que iremos evolucionando de forma conjunta, averiguando nuevos caminos, aprendiendo a matar a los monstruos y equipándonos para la ocasión.
En cuanto al modo multijugador, tampoco parece demasiado bien resuelto. ¿Un juego de acción que se mueve de forma tan lenta? Si a esto añadimos el diseño de algunos mapas (un estadio lleno de obstáculos donde casi no se ve al enemigo o un entorno de ingravidez donde los personajes se mueven aún más lentos son dos ejemplos), la lentitud de la recarga de las armas de los protagonistas, del salto al utilizar el gancho o de algunas animaciones, consiguen hacer que no tengamos ganas de disputar demasiadas partidas de este modo, salvo si eres el tipo de jugador que quiere desbloquear todos los logros y personalizaciones.