Hoy en día, nombrar a
Hironobu Sakaguchi es dar un sinónimo de juego de rol en consola. Muchos son los títulos que han salido de sus manos, algunas obras maestras, otros de muy buena calidad y otros, los menos, que se mantenían por debajo del listo exigible. Lo último que nos ha llegado a España de este hombre a día de hoy es
Lost Odyssey para Xbox 360, que supone el tercer juego hasta el momento que lleva el nombre de su compañía,
Mistwalker, segundo para la consola de Microsoft. Lo que nos hemos encontrado ha sido un título excesivamente sencillo de definir para los que llevamos más tiempo en esto de los videojuegos, ya que responde a todos los cánones clásicos dentro de lo que se define como juego de rol para consola con batallas por turnos. Para ellos, bastará con decir que Lost Odyssey es una mezcla de muchos aspectos de juegos como Final Fantasy VI, VII y X, a lo que se le han añadido unos pocos elementos originales no vistos hasta ahora en el género. Para los que no sepan de qué estamos hablando exactamente, diremos que estamos ante un juego de rol estilo japonés, es decir, controlamos a un grupo de personajes a los que se les presenta una historia más o menos épica (de forma totalmente secuencial) con un hilo argumental principal y numerosas ramificaciones de historias secundarias que irán definiendo a los personajes. Esta se ira desgranando a medida que estos hablan con otros personajes que se encuentran en su camino además de conseguir mejoras a medida que luchan contra toda clase de bichos que les salen a su paso con un sistema por turnos.
Más o menos definido, lo siguiente sería dar una opinión concreta sobre el juego, y esto es algo más complicado incluso que la tarea de definir el género de los juegos de rol, ya que Lost Odyssey es capaz de lo mejor y de lo peor en diferentes partes del mismo. Este problema viene dado porque en su desarrollo encontramos muchísimos altibajos, algunos de forma muy abrupta y otros más pausados, y lo que posiblemente resulta más curioso, una evolución constante que va paralela al número de DVD que incluye la caja en todos los aspectos (lo que suponemos no estará hecho de forma consciente). El juego se divide en cuatro DVD, siendo el primero en el que muchos personajes se presentan y donde se sientan las bases de la historia. Curiosamente, resulta ser el peor a nivel técnico con unos escenarios un tanto pobres, y lo que es peor, el más aburrido de los cuatro, lo que significa que aquellos no aficionados a este género preferirán dejarlo y ponerse con otra cosa. El segundo mejora ostensiblemente en todos los aspectos y vemos una historia más sólida y unos personajes que actúan más acorde a lo que se supone deberían hacerlo, lo que hace que estemos ante un juego más divertido y ameno de llevar, incluso más vistoso. El tercero es el que consideramos como súmmum del juego, con una historia mucho más rica en matices y un desarrollo muchísimo más variado que nos hace pensar incluso la joya ante la que estaríamos si de verdad todo el juego hubiese sido como este DVD. El cuarto y último supone un pequeño paso atrás colocándose al nivel del segundo, aunque también cuenta con algunos elementos que hacen que no caigamos en el aburrimiento. La conclusión es que si somos capaces de aguantar las casi 15 horas del primer DVD, podrá llegar a gustarnos de verdad.
Posiblemente, el punto más destacable de todo el juego se encuentra fuera de su desarrollo, y que curiosamente se puede hasta dejar de lado pulsando un botón si el jugador quiere, lo que sería un enorme pecado si de verdad queremos disfrutarlo de pleno. Se trata de los escritos de
Kiyoshi Shigematsu, y que reciben el nombre de ?
Mil Años de Sueños?. La explicación es bien sencilla; en nuestro grupo de personajes encontramos algunos que han estado viviendo más de mil años, lo que quiere decir que les ha pasado prácticamente de todo lo que se nos pueda ocurrir, bueno y malo. Estos personajes no tienen memoria y hablar con la gente con la que nos encontramos hará que nos vengan a la mente ciertos recuerdos en forma de estos pequeños relatos que nos limitaremos a leer y que servirán, entre otras cosas, para entender su motivación así como su comportamiento y estado de ánimo. Es prácticamente imposible no encontrar más de uno de estos relatos que sea capaz de causar distintos tipos de emoción en el jugador, como tristeza, alegría, ira, esperanza o que incluso nos haga pensar, algo que desde luego es difícil que un videojuego consiga hacer a día de hoy. Personalmente he encontrado algunos que me han hecho llorar, lo que explica por si solo hasta donde es importante este elemento dentro del juego.
Otro elemento a reseñar, más por el intento que por el resultado, es el hecho de que la compañía haya intentado llevar en otra dirección las escenas de lucha del juego. Como buen juego de rol estilo japonés, no veremos a los enemigos en el mapa, sino que a medida que andamos por los escenarios se parará la acción de forma aleatoria (mucho menos que en la mayoría de juegos de este género) y tendremos que luchar por turnos. El estilo en este caso es bastante similar a FFX, es decir, seleccionamos las acciones que cada personaje va a realizar y después los vemos actuar. En un intento por dinamizar estas escenas, se ha incluido lo que se denomina
sistema de anillos, y que no es otra cosa que poder equipar a nuestro personaje con uno o dos de estos elementos para tener distintos efectos en la batalla. Para que esto sea así, tendremos que ejecutar una especie de movimiento pulsando el gatillo derecho del mando cada vez que un personaje que lo lleva equipado (casi siempre) vaya a realizar un ataque cuerpo a cuerpo. Si lo hacemos bien, el anillo hará su efecto y el daño al enemigo será mayor, pero si no, el efecto será el normal. Decimos ?intento? porque si bien las primeras veces lo vemos como algo que dinamiza los combates, tras las primeras horas será algo tedioso que no tiene sentido ya que siempre se hace de la misma forma y el efecto que se consigue es mínimo. Lo ideal hubiese sido conseguir distintos efectos o tener que hacer diferentes movimientos para cada uno de ellos, lo que haría que el jugador tuviese que estar más atento, ya que lo único que consigue es que seamos meros espectadores, como antes, solo que pulsando un botón de vez en cuando.
Por lo demás, el juego resulta ser un juego muy clásico, sin ningún elemento original ni innovador (aparte de los dos mencionados), que tiene muchos claroscuros en su desarrollo, en los diálogos de los personajes (que aparte están en inglés, aunque esté traducido al castellano), en el apartado técnico (música y gráficos) e incluso en la historia, algo a lo que los aficionados a los juegos de rol estamos acostumbrados, pero que desde luego no enganchará a los que quieran introducirse en este género.