Análisis Lost Judgment - Que una gran secuela no te haga perder el juicio

Si bien es cierto que es posible terminar Lost Judgment en menos de 25 horas de juego esto es rascar solo su superficie. A las 3 historias principales - y su genial entrelazado - hay que sumarles toneladas de misiones secundarias de todo tipo, un sistema de combate mucho más espectacular y pulido que en la primera entrega (que da gusto exprimir) y toneladas de minijuegos, incluyendo 8 títulos de Master System perfectamente emulados (y 4 más que llegarán) y acceso a arcades como Sonic Fighters... Con todo eso es muy sencillo superar las 50 horas, y los completistas podrán disfrutar todavía más, ya que con todo lo que el título tiene que ofrecer se pueden pasar de las 100.

Por supuesto, el reclamo principal es la trama principal (y dentro de esta, la clave para nosotros ha estado en las novedosas misiones en el instituto), pero a poco que nos guste experimentar, el juego ofrece muchas posibilidades para desfasar una vez que hayamos resuelto los casos principales; desafíos contrarreloj, minijuegos deportivos en los diferentes clubs de un instituto, juegos retro, nuestro propio perrete virtual...

A nivel jugable, Lost Judgment apuesta por tomar como base la fórmula Yazuka y mejorarla, incluso pulir algunos de sus elementos; así, sobre lo que vimos en el primer título de esta saga paralela lo más mejorado ha sido el sistema de combate, que a los golpes devastadores del tigre (ideales para un rival fuerte en concreto) y los de la grulla (para enfrentarnos a un ejercito de enemigos) añade ahora los golpes y combos de la serpiente, una tercera vía ideal para desarmar, sorprender al rival e incluso contraatacar sus golpes, una gran adición que hace las peleas más llamativas y la acción más dinámica.

Las distintas áreas del juego también se han pulido, especialmente la calidad y variedad de los minijuegos (ahora, en general, más variados y divertidos), y a tener un hilo conductor más interesante y elaborado. Es cierto que hay misiones de recadero muy típicas y que el sistema de investigación, aunque mejorado, sigue siendo un poco pobre, pero en general todo funciona mejor y la acción resulta más divertida; movernos por la ciudad impartiendo justicia con nuestro monopatín es tan divertido como visitar arcades y revivir clásicos de SEGA.

Hace un poco más de dos años, SEGA presentaba Jugdment, una saga derivada de los Ryu Ga Gotoku / Yakuza que, pese a algunos fallitos fácilmente pulibles, nos pareció sobresaliente. Ahora el equipo ha vuelto a la carga con una secuela que mejora todo lo visto en el original, e incluso se atreve a tocar temas todavía más adultos y maduros - como el bulling, suicidio adolescente o acoso sexual -, curiosamente muchos de ellos en un instituto. Este planteamiento único, unido a una brillante puesta en escena en un mundo vivo y cargado de misiones secundarias - y minijuegos, cada grupo estudiantil nos ofrecerá minijuegos exclusivos - le da muchísima personalidad al desarrollo, lo que unido a una historia muy trabajada con personajes muy interesantes (el antagonista principal nos ha resultado brillante) es una mezcla explosiva.

En general todo funciona como un reloj, y si bien no se ha inventado la pólvora, ahora se dispara con mucho más acierto. Nop podemos negar que nos hemos encontrado con algunas misiones secundarias menos inspiradas (o más repetitivas a la larga), pero está claro que el título ya tienen su identidad propia, y es mucho más que un spin-off de la saga Yakuza, es un universo por sí mismo que tiene un enorme potencial.

A nivel visual, Lost Judgment mejora un pasito lo visto en el primer Judgment, sobre todo si hablamos de las versiones de nueva generación, que funcionan a 60 FPS estables, y presentan unas cargas casi inapreciables. El enorme micro-universo de Kamurocho vuelve a cobrar vida de forma sobresaliente, y solo podemos marcar fallos menores, como una distancia de dibujado un poco baja y generación espontánea de algunos elementos. Sin embargo, las animaciones han dado un salto, la acción resulta ahora más cinematográfica que nunca, y la historia está mejor rodada.

La banda sonora sigue siendo brillante, con temas muy potentes, y Hidenori Shoji (Yakuza, Super Monkey Ball) como cabeza de cartel. El juego siempre sabe elegir el ritmo que necesita la acción de una forma natural y muy lograda, y el doblaje (en japonés o inglés, a nuestro gusto) tiene un excelente nivel. El apartado lo redondea una traducción al castellano perfecta.