Si estuviésemos ante uno de los primeros juegos de la 128 bits, sería casi comprensible encontrar estos fallos. Desgraciadamente no es así.
Sin duda, el peor apartado del juego. En el aspecto gráfico,
Los Increíbles podían protagonizar un manual con los fallos gráficos más comunes de los juegos:
vamos a encontrar ralentizaciones brutales cuando hay explosiones o efectos de luz, texturas que desaparecen, un engine que tironea a las primeras de cambio? Los enemigos, por regla general, son directamente clónicos, y en cuanto aparecen más de 5 en pantalla comienza un festival de las ralentizaciones y desajustes de cámara; además su inteligencia artificial es básicamente nula (esto ocurre hasta en algunos malos finales), y normalmente mueren de un solo ataque.
Nuestros protagonistas gozan de un diseño y una animación bastante más trabajada, que sin ser nada del otro mundo al menos cumple su cometido. Mr. Increíble, como culmen de esto, es bastante distinto de unas fases a otras, según el momento de la película en el que nos encontremos (más gordo y menos ágil o al contrario).
Mención especial merecen las fases en las que manejamos a
Dash , ya se convierten en una especie de juego de carreras donde vamos contrarreloj esquivando los distintos peligros. El engine de estas, sin ser nada del otro mundo, es algo mejor que el del juego principal (o al menos petardea menos).
Los escenarios salvan el tipo por los pelos, por su colorido y presentar algunos objetos con los que podremos interactuar, aunque en general suelen ser muy repetitivos e incluir una y otra vez los mismos elementos.
Y otra vez, nos encontramos con un juego sin selector de 50/60Hz, y aunque no es algo excesivamente importante, tampoco ayuda al título.
El aspecto sonoro salva al DVD de tener aún peor nota; aunque las músicas quedan en un segundo plano (salvo las composiciones utilizadas en la película), las voces en castellano de
algunos de los componentes del casting original ponen una nota de humor y variedad en el juego. Lamentablemente tampoco son perfectas, y si nos toca repetir mucho la misma fase acabaremos cansándonos pronto de los mismos chistes; otro pequeño problema es que a veces se desajustan con la acción, dándonos pistas de cosas que ya hemos resuelto o cosas similares, lo que incluso puede liar más al jugador.