Basado en el ya popular modelo de JUEGA, CREA, COMPARTE, el cartucho incluye una aventura principal de una duración algo escasa, aunque dentro de los cánones del género plataformero. La historia, ambientada en el mundo de Ferialia, es amena, alegre y original, al más puro estilo LBP, y supone un buen muestrario de las posibilidades que ofrece el editor de niveles.
El editor de niveles se pone de nuevo a
disposición del jugador para dar rienda suelta a su creatividad, ofreciendo infinitas posibilidades que trascienden las plataformas (minijuegos rápidos, juegos de acción, carreras o incluso de rol, realmente el único límite es la imaginación). Los menús y posibilidades creativas son ahora más intuitivas y sencillas que nunca, especialmente gracias a las pantallas táctiles de la consola, aunque una vez más exige (lógicamente) una actitud proactiva por parte del usuario, que tendrá que dedicar muchas horas para poder llegar a explotar todas las posibilidades. Y como postre,
una comunidad online donde tenemos a nuestro alcance los centenares de miles de niveles creados por usuarios de todo el mundo, con un sistema de catalogado y puntuación que permite que nos descarguemos las creaciones que más nos interesen de forma rápida y con poco margen de error. Esta comunidad multiplica automáticamente por infinito la vida útil del juego, por lo que, a pesar de que la campaña principal se nos haya hecho bastante corta y que el editor cuenta con una barrera de entrada bastante alta, no podemos sino puntuar este apartado con la nota más alta.