Life is Strange se juega como una aventura normal en tercera persona, y podría ser una crónica de
días de instituto con la diferencia de que aquí podremos
trastear con el tiempo en determinadas ocasiones, para evitar desde pequeños problemas cotidianos a hechos dramáticos. La idea es buena y
sentir el peso de nuestras decisiones suena muy interesante, pero no termina de funcionar del todo por culpa de la estructura de capítulos; no ver inmediatamente los cambios que introducimos sería mucho más divertido si la aventura continuase... Así, aunque la historia está muy bien escrita y engancha, que este primer episodio solo dure 2 horas y media, y no se terminen de exprimir las mecánicas de juego marcan en su contra,
al igual que la falta de traducción.