El caos es divertido, al menos si hablamos dentro del mundo de los videojuegos. A Lapis x Labyrinth le ocurre que todo lo que pasa en pantalla es bastante caótico, y aunque sea ameno y de desarrollo muy ágil en ocasiones puede desesperar porque no sabes qué hacer o cómo hacerlo, a pesar de que no tenga demasiadas opciones de juego. A su favor decir que las primeras partidas es relativamente sencillo entrar en una mazmorra e ir aporreando todos los botones para ver cómo nuestros personajes realizan toda clase de ataques sin ton ni son mientras los enemigos caen como moscas. Esto, de por sí, es una ventaja y un inconveniente, ya que cuando realizamos un ataque nuestra pila se queda quita haciendo que los enemigos nos ataquen y les sea más fácil acertar, lo que hará más complicado vencer según avanzamos.
En cuanto a juego de rol de acción, tenemos los elementos más típicos como la mejora del personaje, equiparlo con nuevas armas y equipamiento (solo en la pantalla antes de entrar a cada mazmorra), nuevas mazmorras (de generación estática, nada de procedural) y una pequeña historia que se va desvelando conforme vamos realizando misiones, aunque tampoco es un elemento muy importante dentro de su desarrollo. A pesar de todo lo dicho, no estamos ante un juego sencillo;
su dificultad elevada viene dada por lo fácil que es en ciertos momentos estar rodeado de enemigos, lo que suele suceder principalmente cuando llegamos a los enemigos finales de la mazmorra y que nos harán tener que repetirla completamente. No es que tenga demasiada duración cada una de ellas (tienen un tiempo límite para hacerla), por lo que se convierte en el juego perfecto para tener guardado y usarlo en ciertos momentos, divertirse a ratos, ir evolucionando a nuestros personajes y probar diferentes combinaciones para cada nueva zona. Su duración no es excesiva si tenemos en cuenta que es una especie de action-rpg (algo más de 20 horas de juego), y se le echan en falta más elementos como un juego cooperativo aunque uno de los jugadores solo controle a uno de los personajes de la pila.