Si
Knack sorprendía moviendo partículas y polígonos alrededor de nuestro héroe, en
Knack II este efecto se pierde un poco por culpa de enemigos muy repetitivos y escenarios poco inspirados, o por una distancia excesiva en el dibujado. Por supuesto hay momentos muy espectaculares (especialmente, los Quick Time Events, o las luchas en las que somos realmente colosales), y es una pena que no se consiga mantener siempre este nivelazo...
La banda sonora cumple sus objetivos ambientando bien la acción, pero sin momentos realmente brillantes que nos hagan emocionarnos. Agradecemos, eso sí, un
estupendo doblaje al castellano que ayuda a la ambientación, al igual que los sólidos sonidos FX.