A nivel de innovación,
Kirby y la Tierra Olvidada pasará a la historia de la saga por varios motivos; el más evidente - pero no el más importante - es el salto a las 3D completas, que después de 30 años protagonizando aventuras en scroll lateral supone un importantísimo cambio. Además, todo el diseño de habilidades y niveles se ha hecho con esto en mente, y el resultado (y su calidad) saltan a la vista desde los primeros minutos. Pero para nosotros resulta todavía más sorprendente
que se hayan tomado en serio la historia (que tiene más profundidad de lo que cabría esperar, y además se desvela de una forma muy interesante y orgánica) y se hayan creado 2 niveles de desafío - con sus recompensas independientes- , algo que estamos demandando en sagas como Mario, Pokémon o incluso Zelda desde hace muchísimos años.
Quizá la nota más amarga sean las
pocas habilidades incluidas, solo 12, y las 2 anunciadas como nuevas tampoco lo son tanto (tenemos al Kirby con zarpas capaz de cavar en otras entregas, y el explorador no deja de ser un pistolero); eso sí, resulta muy divertido ir evolucionándolas y viendo con qué nos sorprende cada una. Y en cuanto a la
transformosis, algo muy parecido a lo que vimos en
Mario Galaxy, su fórmula no es revolucionaria, pero sí ayuda a que cada fase sea única y tenga mucha personalidad.